Tras huir de Burundi como consecuencia de la violencia muchos refugiados están cayendo enfermos o corren el riesgo de padecer cólera. Arian Edwards, portavoz de ACNUR, ha declarado que la epidemia podría ser "una nueva, preocupante y creciente complicación adicional" en un momento en el que miles de burundeses han huido a los países vecinos para escapar de la violencia en su país.
Hace unos días, el gobierno de Tanzania declaró la epidemia de cólera, explicando la necesidad de poner en marcha, cuanto antes, medidas de emergencia para mejorar la situación de salud y saneamiento.
El doctor Kahindo Maina, ha explicado que “la prioridad es sacar a todos de Kagunga, porque la situación es urgente”. “Hemos construido letrinas y hemos llevado suministros para facilitar agua potable, pero el terreno y la situación de hacinamiento no permite que haya buenas condiciones sanitarias allí”, ha afirmado.
ACNUR trabaja conjuntamente con el Ministerio de Salud y otros socios para revertir este brote implantando medidas de urgencia. Más de 64.000 refugiados de Burundi han huido a Tanzania desde principios de mayo. La mayoría han llegado a la península Kagunga, que está flanqueada por una cadena de montañas en el lado tanzano. En la actualidad hay alrededor de 100.000 refugiados de Burundi en Tanzania, Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo.
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