El 2024 fue un año tremendamente convulso en lo que a nuevas guerras, conflictos enquistados y desastres naturales se refiere. Todo esto generó violencia, destrucción y desplazamientos masivos que afectaron a millones de personas en el mundo. Ante esta situación, ACNUR tuvo que responder a las crecientes necesidades humanitarias en sus operaciones en diversos países. La organización ha publicado El Informe de Impacto 2024: Respuesta a nuevas emergencias y crisis prolongadas y estas son algunas de sus conclusiones.
Según el informe, la Agencia de la ONU para los Refugiados, dio respuesta en 2024 a 43 emergencias, 17 de ellas se mantienen desde 2023. De esas emergencias, 26 son nuevas, de las cuales siete de ellas son del nivel más severo. Otra de las conclusiones de este informe es que un tercio de las nuevas emergencias que surgieron el año pasado estaban relacionadas con el clima, algo que, desgraciadamente, parece que se convertirá en habitual.
El número de crisis a nivel mundial es extremadamente alto, pero ACNUR ha estado presente dónde se le ha necesitado. Tal y como declaró Ayaki Ito, Director de la División de Emergencia, Seguridad y Suministros de ACNUR: “La integración de mejores tecnologías en nuestros sistemas está aportando una mayor eficiencia”. Algo clave en esto está siendo el perfeccionamiento de los sistemas de alerta temprana y el análisis de datos que han mejorado la forma en que proporcionan asistencia y ayuda. Todo eso, sin duda, ayuda a estar mucho mejor preparados para cuando surjan nuevas emergencias, como señaló Ito.
“Lamentablemente, el número de crisis a nivel mundial sigue siendo extremadamente alto, pero ACNUR se despliega rápidamente donde más se nos necesite, por tierra, mar y aire”.
Ayaki Ito, Director de la División de Emergencia, Seguridad y Suministros de ACNUR.
La guerra de Sudán continúa y en este 2024 ACNUR ha seguido proporcionando asistencia y ayuda humanitaria por segundo año consecutivo. Este brutal conflicto en el país africano ha desplazado ya a 12,4 millones de personas, de los que 8,8 permanecen en el país. Su impacto a nivel regional refleja la magnitud de las necesidades que tiene la población.
Por otro lado, ACNUR también ha respondido a las emergencias en Líbano y Siria protegiendo y brindando ayuda vital a las personas desplazadas y refugiadas de la convulsa región. También ha reforzado las operaciones en zonas como la República Democrática del Congo, Myanmar, Ucrania y el Darién.
Una de cada tres declaraciones de emergencia de 2024 estaba relacionadas con el clima. Y es que los fenómenos meteorológicos extremos, sobre todo lluvias fuertes y graves inundaciones, obligaron a ACNUR a emitir nueve declaraciones de emergencia relacionadas con el clima en un solo año. Estas declaraciones fueron necesarias para ayudar a las comunidades desplazadas por la fuerza y las de acogida en países de África, América Latina y Asia. Estas regiones ya recibían a población refugiada y desplazada por otros motivos como la guerra, por lo que los efectos del cambio climático han provocado una saturación de la población y la propagación de enfermedades y destrucción de medios de vida e infraestructuras esenciales.
El personal de ACNUR está presente en 130 países, además tienen equipos adicionales preparados para ser desplegados en cualquier momento. Trabajan 24 horas al día para aliviar el sufrimiento con asistencia de primera necesidad, en coordinación con socios y personas refugiadas para encontrar soluciones.
Algunas de las cifras clave para comprender la magnitud de la ayuda de ACNUR en 2024 son:
El problema principal es la financiación, tal y como comenta Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados: “Lo que está en juego es cómo ejercer mejor y de forma colectiva esa responsabilidad, especialmente en un contexto general de más conflictos, menos paz, menos soluciones duraderas y una financiación humanitaria fluctuante. Sí, necesitamos más financiación, y una financiación más flexible, para que podamos seguir siendo ágiles y responder a las necesidades de todos los desplazados forzosos y apátridas por igual, sin que se produzcan conflictos".
"La responsabilidad hacia los refugiados es y seguirá siendo compartida. Este principio es el núcleo del Pacto Mundial sobre los Refugiados".
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
Ayuda a los refugiados