217.000 refugiados y 320.000 personas de las comunidades de acogida viven en el campamento y sus alrededores. Las condiciones de hacinamiento y unos servicios de salud desbordados aumentan la vulnerabilidad de esta población ante el virus.
ACNUR, sus socios y otras agencias de la ONU están apoyando el Plan de Respuesta Nacional dirigido por el Gobierno para evitar la propagación del coronavirus entre los refugiados.
En Dadaab, durante esta emergencia por COVID-19, se han mejorado las instalaciones sanitarias con la construcción de centros de aislamiento y cuarentena que proporcionan camas para 955 personas. Asimismo, se han instalado 125 puntos de lavado de manos en los espacios de distribución de alimentos, escuelas y mercados.
Difusión de campañas de sensibilización sobre higiene para la prevención y la lucha contra el COVID-19 en distintos idiomas a través de la radio local, carteles, folletos, mensajes de WhatsApp, redes sociales y sitios web.
Distribución de raciones dobles de alimentos y productos de higiene como jabón y bidones con el objetivo de reducir al mínimo las aglomeraciones y las colas de espera.
Garantizar que la población refugiada tiene acceso a la información y que recibe orientación sobre las ayudas disponibles. Se han mejorado las estructuras de apoyo psicosocial y han reforzado las líneas de asistencia telefónica ya existentes. Varios representantes de la comunidad de refugiados y trabajadores en terreno han recibido formación para la difusión de mensajes clave.
Ayuda a los refugiados