El mal tiempo no detiene el flujo de refugiados a Europa El mal tiempo no detiene el flujo de refugiados a Europa

El mal tiempo no detiene el flujo de refugiados a Europa

8 de octubre, 2015

Tiempo de lectura: 4 minutos

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El 97% de las personas que siguen llegando a las costas griegas en botes hinchables o barcos proceden de algunos de los 10 principales países “generadores” de refugiados. Encabezan el número de llegadas los ciudadanos sirios (70%), seguidos de afganos (18%) e iraquíes (4%). Todos ellos huyen de la guerra, la violencia o la persecución en sus países.

Cada día, una media de 5.000 personas desembarcan en Grecia. A pesar de que el frío y el viento están haciendo el trayecto aún más peligroso, muchas familias siguen arriesgándose a cruzar el Mediterráneo para buscar refugio en Europa.  En las últimas semanas se han llevado a cabo varias operaciones de rescate en Grecia y se ha salvado a unas 283 personas de morir ahogadas. Pero aun así, la cifra de muertos o en paradero desconocido en el Mediterráneo sigue siendo alarmante: unas 3.000 personas han fallecido o desaparecido en sus aguas en lo que llevamos de año, 102 solo en Grecia.

La falta de capacidad de acogida es una de las mayores preocupaciones de ACNUR en Grecia, ya que podría hacer peligrar el programa de reubicación que acordado por el Consejo Europeo. Si no se pone solución pronto, continuarán los movimientos de refugiados hacia otros países europeos. 

ACNUR ha desplegado a más de 100 trabajadores en el país, que están dando apoyo a las autoridades locales y a las ONG en materia de registro, identificación y refugio, entre otros aspectos. También se están repartiendo materiales de primera necesidad a los refugiados, como mantas, agua, tiendas…

 

Médicos e ingenieros dejan todo atrás para buscar seguridad en Europa

ACNUR está detectando cada vez a más sirios muy formados entre las personas que llegan a Grecia. Un médico sirio de mediana edad llegó hace un par de semanas con su mujer y sus tres hijos, de 8, 10 y 12 años. “Teníamos una buena vida en Siria, pero ahora todo se ha perdido” dice. “Hay muchos asesinatos y muertes, ¿qué iba a hacer? ¿Esperar a que mis propios hijos fueran asesinados? Entonces ya habría sido demasiado tarde. Teníamos que irnos” explica el médico, que tardó 4 años en tomar esta difícil decisión. Pero cuando su hija estuvo a punto de morir por el ataque de un misil, lo tuvo claro.

Hamad, de 42 años, era ingeniero y tenía varios negocios y propiedades en Damasco, pero ahora ha perdido todo. Ni siquiera puede retirar el dinero que tenía ahorrado porque el banco le obliga a hacerlo desde Siria. Y él no está dispuesto a volver y jugarse la vida de nuevo. ”No sé qué me pasaría si volviera a Damasco” admite. Por eso, ahora, su objetivo es intentar rehacer su vida y encontrar un trabajo, el que sea, en Grecia.

Los refugiados que llegan a Lesbos son trasladados en autobús, 70 kilómetros, hasta Mytilene, la capital de la isla. Allí, se les identifica y esperan hasta ser trasladados en ferry a Atenas, desde donde continuarán su viaje cruzando más fronteras europeas.

Atrapados en la frontera serbo-croata

Aquellos refugiados que salen de Grecia y siguen su camino por Europa, se están encontrando estos días con problemas tras cruzar la frontera entre Serbia y Croacia. Allí, se hacinan en los puntos fronterizos de Bapska y Tovarnik, donde tienen que esperar bajo el sol o la lluvia, a que autobuses o camiones de policía les trasladen a estaciones de trenes desde las que continuar su viaje hacia Hungría, como primera opción, o Eslovenia y Croacia. Pero el número de refugiados supera al de autobuses, y la desesperación va creciendo entre las familias. Ralf Gruenert, Coordinador de Emergencia de ACNUR, explica que se está trabajando en varios ejes: “información, identificación, transporte de las personas más vulnerables y distribución de ayuda humanitaria básica”. Con la ayuda de traductores de varios idiomas, se está informando a estas personas de su situación y se les está repartiendo agua, chubasqueros, galletas y material básico de primera necesidad.

En Opatovac se ha instalado un campo de tránsito con tiendas de ACNUR para que estas personas no esperen los autobuses a la intemperie. El campo ya funciona de forma ordenada y, ahora, la mayor preocupación de ACNUR es reunificar a las familias que han quedado separadas en el caos. Para ello, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha instalado una tienda para trabajar en la reunificación de las familias.

La situación de los refugiados en Europa podría complicarse próximamente cuando empiece a empeorar el tiempo. Entonces, las necesidades de refugio, ropa de abrigo y ayuda humanitaria podrían ser aún mayores que hasta ahora. ACNUR ya está preparando su respuesta para el invierno de cara a esta emergencia. 

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