La tensión, las hostilidades y la violencia del país está provocando desplazamientos de personas en un país que vive en una permanente situación de urgencia humanitaria.
El escenario actual que vive el país es el resultado de décadas de conflictos e inseguridad que han tenido un impacto devastador en el desarrollo económico y social en la población. Desde octubre de 2023 se han desplazado de sus hogares al menos 500.000 personas, de las cuales de estima que el 44 % no han recibido ninguna ayuda humanitaria bien porque se encuentran en zonas inaccesibles por la inseguridad o por el difícil acceso.
Hay que tener en cuenta que la ayuda humanitaria es vital para la supervivencia de la población en el segundo país más grande África y en el que viven más de 26 millones de personas en situación de necesidad.
La República Democrática del Congo tiene 6.3 millones de personas desplazadas dentro del país, principalmente en las provincias de Ituri, Kivu Norte y Kivu Sur. Más de un millón están fuera del país, la gran mayoría están en Uganda pero también en Tanzania, Burundi, Sudáfrica, Malawi, Ruanda, Zambia, Kenia. En total son 20 países en los que hay refugiados congoleños, por lo que esta crisis afecta a toda la región.
Por otro lado, el país acoge a 522.260 refugiados y solicitantes de asilo, que vienen principalmente de la República Centroafricana, Ruanda, Sudán del Sur y Burundi.
Esta es una de las crisis humanitarias más grandes del mundo y, sin embargo, apenas recibe atención mediática. En el país se están violando sistemáticamente los derechos fundamentales de las personas: derecho a la vida, a la seguridad o a la educación, entre otros, se están violando a diario.
En diciembre de 2023 la República Democrática del Congo celebró sus últimas elecciones, en un clima de tensión y de problemas logísticos en las votaciones. Estos comicios se celebraron en un país con un historial de citas electorales que tienen riesgo de volverse violentas. Esto se unió, como hemos mencionado anteriormente a la reanudación de las hostilidades en la parte oriental del país desde octubre de 2023, que desplazaron de sus hogares al menos a 500.000 personas.
ACNUR y otras organizaciones como UNICEF hacen un llamamiento a la comunidad internacional para pedir más apoyo y poder llevar la ayuda humanitaria que necesita la población. Se estima que es necesario más de 2.000 millones de dólares para atender a los 26 millones de personas que necesitan ayuda.
No solo se necesitan artículos de primera necesidad sino también garantizar el acceso a la educación, dar apoyo psicológico y proteger a las personas más vulnerables como los niños y, especialmente, las niñas que tienen mayor riesgo de sufrir violencia sexual como arma de guerra que se da en el país.
ACNUR contribuye activamente a la atención del desplazamiento interno en el este del país. Trabaja en estrecha colaboración con socios y otras partes interesadas, incluido el Gobierno, para proporcionar protección vital, refugio, artículos no alimentarios y servicios de coordinación de campamentos a los desplazados internos.
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