El incendio que comenzó la noche del 8 de septiembre ha destruido la práctica totalidad del Centro de Identificación y Registro de Moria, en la isla griega de Lesbos. Posteriormente, en las noches del 9 y del 10 de septiembre se habrían registrado nuevos incendios. Los últimos han afectado a los campos adyacentes a Moria, en una zona que se conoce como el “Olivar”, destruyendo los espacios de acogida que aún quedaban disponibles. Hasta el momento, no se ha informado del fallecimiento de ninguna persona, pero la mayoría de los refugios y pertenencias de los solicitantes de asilo han quedado completamente devastados. Miles de solicitantes de asilo llevan varias noches durmiendo a la intemperie.
En el centro, con una capacidad para menos de 3.000 personas, vivían 12.000 en condiciones de hacinamiento. Todas han sido inmediatamente evacuadas del lugar y necesitan refugio urgentemente. Entre ellas, había más de 4.000 niños, de los cuales 407 no estaban acompañados, y otros grupos vulnerables, como mujeres embarazadas y ancianos.
A la amenaza del fuego, se suma la de la pandemia. En un entorno donde el lavado de manos y las medidas de distanciamiento social son prácticamente imposibles de llevar a cabo, se habían detectado 35 positivos de COVID-19 en el momento del incendio. ACNUR ha pedido a estas personas que restrinjan sus movimientos y permanezcan cerca mientras se trabaja en una solución temporal para poder alojarlos.
ACNUR ha desplegado inmediatamente a su personal sobre el terreno y ha ofrecido su ayuda a las autoridades griegas para apoyar a los afectados con transporte, refugio y artículos de emergencia, y para continuar fortaleciendo las medidas para prevenir la propagación del COVID-19. Está trabajando con sus socios para reubicar a los menores no acompañados en un alojamiento más seguro.
ACNUR no cesa de pedir desde hace mucho tiempo que se adopten urgentemente medidas para dar respuesta a la situación cada vez más desesperada de las personas refugiadas y migrantes en los centros de recepción en las islas del Egeo. Las condiciones en los centros de las islas de Lesbos, Quíos, Samos, Cos y Leros, según ACNUR, son “absolutamente inadecuadas”.
Una vez que se aborden las necesidades humanitarias urgentes, es necesario identificar soluciones a largo plazo para los refugiados y solicitantes de asilo en Moria y otros sitios de las islas griegas.
Los incidentes en Moria demuestran la necesidad de tomar medidas para mejorar las condiciones de vida, aliviar el hacinamiento, mejorar la seguridad, la infraestructura y el acceso a los servicios en la zona.
ACNUR viene advirtiendo desde hace mucho tiempo sobre la necesidad de abordar la situación y las condiciones de los solicitantes de asilo en las islas del Egeo.
Grecia necesita contar con el apoyo de los países y las instituciones europeas para garantizar la protección de las personas desplazadas. ACNUR seguirá apoyando a las autoridades griegas para responder a los desafíos a corto y a largo plazo.
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