“La creciente situación de inseguridad está impidiendo el acceso de los trabajadores humanitarios a muchas de las zonas afectadas, convirtiendo en un reto la protección y la asistencia a los nuevos desplazados internos” ha explicado William Spindler, portavoz de ACNUR. Los nuevos desplazados se suman a los más de 43.000 que ya hay en el país y que todavía no han regresado a sus casas desde que estalló el conflicto en 2012 entre las fuerzas gubernamentales y varios grupos rebeldes. El número total de desplazados internos en Malí es ya de 100.000, y se encuentran, sobre todo, en el norte del país.
El deterioro de la situación de seguridad se ha producido unos días después de que se firmara, el pasado 15 de mayo, un acuerdo de paz entre el gobierno y varios grupos armados en la capital de Malí, Bamako. Los más afectados por el desplazamiento de población viven en la región de Tombuctú, donde se han registrado a más de 53.000 desplazados internos. “Nuestros equipos en el norte de Malí hablaron con algunos de los nuevos desplazados, que dijeron que habían huido de sus aldeas por temor a la violencia o al reclutamiento forzoso por parte de grupos armados” ha apuntado Spindler.
ACNUR evalúa necesidades y envía ayuda a refugiados y desplazados
El portavoz de ACNUR también señaló que la Agencia ha enviado un equipo a para evaluar las necesidades, detectando que muchas personas se han trasladado a lugares más seguros, en zonas cercanas a sus aldeas. “Muchas personas están durmiendo a la intemperie y algunas se están alojando con amigos o familiares. Hay muchas mujeres y niños entre los desplazados, que necesitan urgentemente refugio, agua y alimentos”.
ACNUR ha empezado a enviar material de ayuda a más de 1.500 nuevos desplazados en Goundam, a 85 kilómetros al oeste de Tombuctú. “Actualmente estamos trasladando material de ayuda humanitaria a la zona de Tombuctú, para organizar la futura distribución de utensilios de cocina, jabón, mosquiteras, mantas y lonas de plástico para unos 12.000 nuevos desplazados en Gourma Rharous, a unos 100 kilómetros al este de Tombuctú” ha añadido Spindler.
Nuevos refugiados provenientes de Malí
Además del desplazamiento interno, pequeños grupos de personas están cruzando a países vecinos. Los equipos de ACNUR han registrado 258 nuevas llegadas de Malí en Burkina Faso, entre el 11 y el 28 de mayo, mientras que 236 malienses han llegado a Mauritania desde finales de abril. En Níger, los equipos de ACNUR han informado de la llegada de 238 nuevos refugiados malienses.
Los refugiados malienses han estado retornando de manera gradual y constante a su país desde Burkina Faso, Mauritania y Níger hasta que ha estallado este último brote de violencia. El gobierno de Malí estima que 35.232 refugiados han regresado a casa desde 2013. ACNUR ha verificado el retorno de 16.500, de los cuales 1.121 han regresado desde enero de este año.
En las zonas de retorno ACNUR está apoyando a los refugiados con proyectos como la rehabilitación de escuelas, el suministro de medicinas a los hospitales, la excavación de pozos, la distribución de paquetes de refugio, el apoyo a actividades de subsistencia o la asistencia a personas vulnerables. Estos proyectos benefician tanto a las comunidades de acogida, como a las de retorno, con el fin de fomentar la convivencia pacífica en las áreas de retorno. Aún así, unos 137.500 malienses siguen refugiados en países vecinos, incluyendo 33.400 en Burkina Faso, 52.000 en Mauritania y unos 50.000 en Níger.