Durante el pasado fin de semana, más de 11.000 personas han cruzado la frontera y han llegado a la ciudad etíope de Burubiey, contando que hay más personas de camino y que muchos están esperando a cruzar el río en las pocas embarcaciones que hay para realizar el viaje.
Los refugiados que han llegado, de la etnia nuer, son principalmente mujeres y niños (más del 70%). Han sido registrados y están recibiendo atención médica, cuidados nutricionales así como artículos de primera necesidad en el centro de recepción que gestionan ACNUR y ARRA, la agencia del gobierno etíope para refugiados y retornados.
Algunos de los refugiados están heridos y necesitan ayuda médica urgente, y además, cada vez más personas están llegando, por lo que ACNUR y sus socios están reforzando su trabajo para poder atenderles a todos de manera adecuada. De hecho, ACNUR está trabajando para enviar más personal y ayuda humanitaria a esta zona.
Tras el registro, los refugiados son trasladados al campo de refugiados de Kule, que está alcanzando ya su capacidad máxima de 40.000 refugiados. Por ello, se ha establecido otro campo cerca para otras 30.000 personas.
Desde que el pasado diciembre estallara la violencia en Sudán del Sur, más de 110.000 refugiados han huido a Etiopía y viven en cuatro campos de refugiados gestionados por ACNUR y ARRA.
En total, más de 1,3 millones de sursudaneses están desplazados, tanto dentro del país como en países vecinos (Etiopía, Uganda, Sudán y Kenia), y necesitan ayuda urgente.