Cuando pensamos en países como Somalia, en seguida las imágenes de niños desnutridos, con la tripa hinchada y las costillas marcadas se vienen a nuestra mente removiendo nuestras conciencias cada vez que tiramos comida. Otros, como Sudán del Sur, se quedan en grandes cifras de titulares de los periódicos. La realidad es que el drama de los niños desnutridos afecta hoy a 17 millones de menores. Muchos de ellos, tuvieron que huir de sus hogares por culpa de la violencia.
5 datos sobre niños desnutridos en el mundo
El 45% de las muertes de niños de todo el mundo se deben a la desnutrición. En el caso de niños que han tenido que huir de sus hogares para salvar sus vidas, estos porcentajes pueden llegar a triplicarse.
Durante su huida, pasarán días sin nada que comer. Muchos se alimentan de los matojos que encuentran por el camino o llenan sus estómagos con arena para calmar el penetrante dolor del hambre. Llegan a los campos exhaustos, devastados y con unas tasas de desnutrición tan altas que necesitarán meses para poder recuperar el peso necesario.
Pero su dramática realidad no termina ahí. Una vez en los campos, múltiples factores provocan que los más pequeños sigan sin tener la alimentación adecuada. Algunas madres dedican tanto tiempo a ir en busca de agua o leña que no pueden darles el pecho. Otras, no tienen nada que comer, por lo que no les sale leche con la que amamantarles.
La falta de fondos de las emergencias olvidadas puede tener consecuencias tan devastadoras como la muerte de miles de niños en países en alerta de hambruna como Nigeria o Sudán del Sur.
2017 empezaba con una de las peores hambrunas de los últimos 50 años que afectaba a 20 millones de persona con inseguridad alimentaria. Esto significa no saber si mañana tendrán algo para comer.
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