Mientras el ejército sirio lucha por recuperar la zona este de Alepo, miles de civiles huyen hacia el oeste donde se refugian en edificios medio derruidos. Como consecuencia, según las últimas noticias, Alepo sufre superpoblación en el oeste de la ciudad, congestionada debido al escaso número de pocos espacios abiertos.
ACNUR trabaja en aumentar el número de refugios para ofrecer un lugar seguro dónde dormir a cientos de nuevos desplazados y distribuye ropa de invierno y materiales aislantes como mantas o tiendas para afrontar las bajas temperaturas.
Tras la lucha por la toma de la zona este de la ciudad en los últimos días, 30.000 personas han huido hacia el oeste de Alepo. En total, alrededor de 400.000 personas se encuentran desplazadas a día de hoy.
En la zona industrial de Jibreen las nuevas llegadas se han sumado a unas 55.000 personas que habían huido de los ataques en los últimos meses. Esto supone un desbordamiento de la zona oeste, donde se necesitan infraestructuras y acceso de ayuda humanitaria para poder atender a la población civil.
ACNUR y organizaciones colaboradoras trabajan en la rehabilitación de edificios de la zona de Jibreen, dado que las infraestructuras actuales se encuentran al máximo de sus capacidades.
Según las últimas noticias que Adrian Edwards, portavoz de ACNUR, ha trasladado a Ginebra, entre el 60 y el 70% de las últimas llegadas a la zona oeste de Alepo son mujeres y niños.
ACNUR trabajan en las edificaciones que se encuentran en las zonas del distrito 1070 y Rayiada, en el sudoeste de Alepo, que han pasado recientemente a ser controladas por el gobierno sirio. Esta zona residencial sin terminar y gravemente destruida a consecuencia de bombardeos y ataques, acoge a desplazados sirios desde el mes de agosto. A día de hoy, ACNUR trabaja en la rehabilitación de estos edificios que se encuentran en riesgo de colapso.
Además, ACNUR está ofreciendo protección y refugio a los trabajadores que han llegado al oeste de Alepo como parte de una misión de las Naciones Unidas. Estos trabajadores ofrecen ayuda psicológica, legal, contra la violencia de género, protección y educación en 15 comunidades de las áreas céntricas de Alepo y sus alrededores.
Desde el mes de septiembre, ACNUR ha apoyado a más de 838.000 personas en Siria, incluida la ciudad de Alepo, con equipamiento de invierno como mantas térmicas, sacos de dormir, lonas de plástico y ropa de abrigo.
A pesar del trabajo en estos últimos meses, al comienzo de diciembre ACNUR no tiene la capacidad de llevar comida y agua al este de Alepo donde las temperaturas han bajado y los ataques continúan. ACNUR y otras asociaciones de las Naciones Unidas hacen un llamamiento para poder entregar ayuda humanitaria en estas zonas.
Miles de desplazados sirios nos necesitan. Envía tu ayuda a las víctimas de los ataques en Siria que necesitan agua y comida urgentemente.