Para cumplir con su mandato de protección y asistencia a las personas refugiadas en 2020, ACNUR necesitará 8.668 millones de dólares. El 92 % de los fondos estarán destinados a actividades en terreno, a programas globales y a las principales sedes de ACNUR. Un 7 % del presupuesto se destinará a un fondo de reservas que servirá para dar asistencia en caso de emergencia. 0,1 % servirá para financiar el Programa Técnico Junior Profesional.
Conseguir la financiación necesaria dependerá del apoyo de sus socios y donantes. En 2019, el Comité español de ACNUR aportó 96.933.072 €, lo que le convierte en el 7º donante de ACNUR a nivel mundial y el 1º como donante de fondos privados.
ACNUR seguirá ofreciendo protección y asistencia a los refugiados en situación de mayor vulnerabilidad y fomentará la puesta en marcha los proyectos de resiliencia y medios de vida para mejorar la situación de las personas refugiadas y desplazadas.
A esta región pertenecen países como Burkina Faso, Senegal, Nigeria, Mali, Camerún, República Centroafricana, Chad, Costa de Marfil, Sudán o Liberia. Las insurgencias e intervenciones militares en Mali y Nigeria, la violencia y el malestar en Burkina Faso y Camerún, la inestabilidad estructural y el aumento de la violencia extrema en muchos países, están llevando a un deterioro de la seguridad y a un aumento de los desplazamientos en la zona.
ACNUR seguirá ofreciendo protección a la población y trabajará en coordinación con el resto de organizaciones socias para prestar la asistencia y la ayuda necesaria a las personas desplazadas.
Esta región, integrada por países como Zimbabue, Zambia, Sudáfrica, Mozambique, Malawi, Congo, República Democrática del Congo o Angola, entre otros, está experimentando un crecimiento económico. Sin embargo, también afronta problemas como la desigualdad, la pobreza, la sequía, los desastres naturales, la escasez de alimentos, una deficiente protección social, xenofobia y una alta prevalencia del VIH/SIDA.
Además, los desplazamientos en la República Democrática del Congo han generado enormes necesidades humanitarias. El foco de violencia en la región de Beni ha obligado a huir a miles de personas. En este contexto de violencia, el brote de Ébola en Ituri y Kivu del Norte ha complicado aún más la situación.
Esta región continúa enfrentándose a algunas de las más adversas y prolongadas crisis humanitarias globales, marcadas por las hostilidades y la falta de soluciones políticas. Los países afectados son Libia, Siria, Yemen, Irak, Líbano, Jordania, Argelia, Egipto y Mauritania, entre otros.
En 2020, ACNUR continuará fortaleciendo su presencia y capacidad de respuesta para proporcionar protección, refugio, materiales de emergencia, ayudas económicas y asistencia médica en caso de emergencia.
ACNUR protegerá, empoderará y hará crecer la resiliencia y la independencia de la población bajo su mandato en esta región. Apoyará a Irán y Bangladesh, principales países de acogida de refugiados afganos y rohingya. La región alberga a miles de desplazados, refugiados y apátridas que necesitan soluciones duraderas a una situación de desplazamiento prolongado. En Afganistán, intentará mejorar el acceso a la educación, a la formación y a la salud. En Myanmar, trabajará con el gobierno de Bagladesh para atender las necesidades de los 900.000 refugiados rohingya.
Además, ACNUR guiará la determinación de estatutos de refugiados en países que no disponen de un procedimiento nacional de asilo, como la India, Indonesia, Malasia y Tailandia; y defenderá la adopción de una ley nacional para los refugiados.
Europa debe mantenerse como un destino seguro para miles de refugiados que huyen de la violencia y de la persecución.
ACNUR trabajará durante 2020 para asegurar el acceso al territorio y a los procedimientos de asilo para la población que solicita asilo. Informará y asesorará a los cerca de 108.000 solicitantes de asilo y se preocupará por proporcionar las condiciones de recepción adecuadas para las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad, que se estima que sean alrededor de 225.000.
En 2020, los desplazamientos forzosos en Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela y Colombia seguirán aumentado. Brasil, Argentina, Costa Rica, México, Ecuador, Perú, Canadá o EE. UU necesitarán algún tipo de ayuda para asistir a los desplazados en la región. Esta zona de América seguirá experimentando un desplazamiento sin precedentes, con cerca de 18,7 millones de personas desplazadas por la violencia durante 2020, lo que supondrá una mayor presión sobre las comunidades de acogida. Solo una respuesta comprensible, predecible y coordinada permitirá a la región afrontar las necesidades de la creciente población desplazada.
ACNUR seguirá trabajando en la región ofreciendo ayuda de emergencia y asistencia legal.
134 países
en los que ACNUR está presente.
546
localizaciones.
12.710
trabajadores.
Ayuda a los refugiados