Desde hace más de dos décadas, la región de Darfur, al oeste de Sudán, ha sido testigo de un conflicto prolongado entre milicias respaldadas por el Gobierno sudanés y grupos armados opositores. Esta situación se recrudeció el pasado 15 de abril de 2023, cuando volvieron a estallar fuertes combates, llevando al país a una devastadora crisis humanitaria y de seguridad y a una enorme inestabilidad. Esto ha resultado en la muerte y lesiones de miles de civiles, así como en el desplazamiento de más de 10 millones de personas, que han tenido que abandonar sus hogares para escapar del conflicto.
Chad, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo, alberga a más de 1,4 millones de personas desplazadas involuntariamente, incluyendo más de 1,1 millones de refugiados, principalmente sudaneses (más de 900.000) que han huido de la violencia y se han establecido en el este de Chad. Esta gran afluencia de refugiados desde Sudán ha sobrepasado totalmente las capacidades de los campos existentes en Chad, especialmente en términos de acceso a agua potable y otras necesidades básicas. El acceso al agua y al saneamiento es extremadamente deficiente en el este de Chad, colindante con Sudán, y la situación es aún más crítica en la provincia de Ouadaï, la cual acoge a más del 70% de la población recién llegada.
Dentro de este crítico contexto, el propósito del proyecto financiado por el Gobierno de las Islas Baleares es asegurar el acceso a los servicios básicos más esenciales, en particular, agua potable y servicios de saneamiento e higiene. Gracias a esta contribución de 60.000 euros, se espera mejorar la vida de 70.000 personas pertenecientes a la población refugiada sudanesa en dos campos de refugiados, además de las comunidades de acogida cercanas.
El proyecto, que se enmarca dentro de la estrategia y el plan de respuesta de ACNUR en Chad, se enfoca en proporcionar acceso a agua potable mediante la construcción y rehabilitación de sistemas de abastecimiento de agua, así como en fortalecer la gestión comunitaria del agua en los campos y comunidades de acogida. También se llevarán a cabo actividades de saneamiento, higiene y gestión de residuos, junto con campañas de sensibilización sobre el uso racional del agua y medidas de higiene.
Por todo ello, este proyecto se presenta como realmente necesario, por lo que agradecemos enormemente al Gobierno Balear su solidaridad y apoyo a los pueblos sudanés y chadiano.
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