Cuando pensamos en por qué colaborar con ONG, las excusas y el por qué no se oyen más a menudo que los puntos a favor. Por eso, te explicamos uno a uno los principales motivos por los que es tan importante que personas como tú ayuden a personas como ellos.
El primer motivo y el más importante es el hecho de que una aportación puede cambiar drásticamente la vida de una persona a miles de kilómetros.
La creciente crisis de los refugiados hace que las necesidades se multipliquen. Las nuevas llegadas implican que sea necesario más material de emergencia y comidas diarias hasta que otras alternativas como el autocultivo sean viables.
El año pasado, ACNUR tuvo que tomar la difícil decisión de recortar al 50% la comida entregada cada día en países como Sudán del Sur, establecida en 2.100 kilocalorías. Con 15 € al mes, una madre refugiada como Feitouana podría tener una alimentación completa para dar el pecho a su pequeña.
En países en guerra, conflictos armados y entornos de emergencia es especialmente importante contar con equipos de profesionales para proteger a los colectivos más vulnerable, desenvolverse en situaciones de peligro y gestionar la ayuda humanitaria de la forma más eficiente posible atendiendo a los colectivos más vulnerables.
A menudo escuchamos que gran parte de las colaboraciones a ONG no llegan a sus destinatarios, pero, ¿es verdad? En el caso del Comité español de ACNUR, 89 de cada 100 euros llegan a los distintos proyectos de ACNUR sobre el terreno mientras que los otros 11 se dedican a sensibilizar y a captar más fondos.
Desde voluntariados, socios regulares o la organización de eventos solidarios y fiestas patronales solidarias, todas las personas que quieran colaborar con una ONG pueden encontrar la vía que más encaje con sus posibilidades.
¿Eres de los que prefiere desenvolverse con el ordenador? También puedes dar visibilidad y voz a los refugiados compartiendo el mensaje en páginas o blogs poniendo un banner.
En los últimos años, la ayuda de donantes privados ha ido en aumento. En 2017, las ayudas de personas solidarias sumaron 400 millones de euros. Y España fue el país que más donaciones particulares envió hasta el terreno demostrando su solidaridad con los refugiados.
Pero, ¿qué más da uno más entre todo ese dinero? Aunque parezca una gota en el océano, cada una de las aportaciones individuales hace posible entregar una tienda, una botella de agua, un suplemento nutricional o una vacuna a una persona refugiada.
De hecho, según un estudio sobre cómo acabar con la pobreza en el mundo estimaba que, si cada uno de nosotros destinásemos un 1% de nuestros ingresos a acabar con la pobreza, en menos de 20 años podríamos conseguirlo.
Guerras, conflictos armados, catástrofes naturales, violencia de género, orientación sexual… los motivos que causan que miles de personas tengan que huir de sus casas son de lo más variados, pero tienen algo en común: nadie elige ser refugiado.
El estallido de una guerra o el cambio climático que pone en riesgo a la población de cientos de municipios en las costas de todo el mundo pueden hacer que mañana también nosotros nos convirtamos en refugiados como ya lo fuimos en su día.