La palabra altruismo procede del francés antiguo altrui, que significa “de los otros”. Este término comenzó a utilizarse para describir el sacrificio personal en beneficio de otros. Según la Real Academia de la Lengua, altruismo significa procurar el bien ajeno aun a costa del propio.
De todos los ejemplos de altruismo que encontramos cada día entre las personas que deciden ayudar a los refugiados, hemos querido destacar estas cuatro emotivas historias de personas que se han sacrificado por los más necesitados.
Desde hace años, Ucrania está dividido por la llamada línea de contacto que separa el este del oeste. Cruzarla supone exponerse a complicadas condiciones climatológicas durante horas y, en ocasiones, arriesgar la vida bajo tiroteos y bombardeos. Pero a Oleg no le importó nada de esto cuando decidió crear un nuevo hogar para los ancianos de su país, dejar su trabajo y cruzar cada semana esta línea fronteriza para traerles medicinas. Tal fue su sacrificio personal, que llegó a fijarse en él una supermodelo.
En febrero de 2017, desde Madrid salía un vuelo hacia Etiopía. En él, una donante que había hecho posible llevar mucha más ayuda a los niños con desnutrición que han huido hasta allí, decidió ir a ver el impacto con sus propios ojos.
Su mirada al ver lo que su altruismo había hecho posible se ve reflejada en este vídeo, que retrata un viaje difícil pero emotivo.
Una caravana llena de alegría se mueve por todo el mundo de un campo de refugiados a otro Dentro de ella, un grupo de payasos altruistas ha decidido llevar carcajadas a muchos niños refugiados mientras les enseñan los derechos de la infancia de una forma divertida.
Sabine Choucair, payaso profesional y cofundadora de Clown Me, colabora también en las distintas actuaciones basadas en historias reales. “Aunque estemos solo una hora, notamos que cambia totalmente el ambiente”, asegura.
Bailar puede ser una de las mejores terapias para el cuerpo y la mente. Consciente de que el baile es capaz de emocionar a cualquiera, sin importar su procedencia o condición, Fabrice decidió aparcar su carrera como bailarín para ayudar junto a su compañía a miles de refugiados. Ahora, en los campos de ACNUR, ayudan a que muchos niños y mayores que viven refugiados recuperen la alegría.
Cada día, cientos de trabajadores humanitarios, donantes y personas solidarias de todo el mundo deciden hacer sacrificios personales para ayudar a los refugiados que se han visto forzados a huir.
El altruismo, en un momento en el que sigue habiendo personas que tienen que huir de guerras y conflictos, es hoy más necesario que nunca.
Ayuda a los refugiados