El estilo de vida de nuestras sociedades ha hecho que perdamos poco a poco el contacto con la naturaleza. Una buena parte de la población mundial vive en centros...
El estilo de vida de nuestras sociedades ha hecho que perdamos poco a poco el contacto con la naturaleza. Una buena parte de la población mundial vive en centros urbanos donde la interacción con los recursos es mínima. Poco o nada sabemos de lo que pasa más allá de nuestro perímetro residencial.
La construcción de un huerto urbano es una de las soluciones que se ha planteado para restablecer esa relación, así como para aumentar la conciencia de las personas sobre la necesidad de cuidar y preservar el medioambiente.
Cada vez son más las personas que se animan a construir un huerto urbano en su jardín, en su azotea o en otra parte de su casa. Aunque el impacto de esta acción aún es mínimo, si se convirtiese en una práctica generalizada, los beneficios para nosotros, el resto de la sociedad y el medioambiente serían mucho más notorios.
Un huerto urbano es un espacio que dedicamos al cultivo de alimentos por nuestra cuenta y de forma natural, es decir, sin llevar a cabo prácticas como las de la industria convencional, como por ejemplo el empleo de sustancias químicas o de fertilizantes.
La idea es regresar a las prácticas del cultivo natural (ahora también llamado cultivo ecológico) y producir alimentos más sanos.
Sin embargo, lo que ganamos al construir un huerto urbano en casa no es solo eso. El efecto positivo que generamos es mucho más amplio. Veamos algunas de sus ventajas:
Un huerto urbano se puede construir de distintas maneras. El más habitual es el que adaptamos en nuestro propio jardín. Sin embargo, cuando no disponemos de este espacio, también podemos recurrir al huerto construido en macetas de madera o incluso en botellas de plástico u otros materiales reciclados.
¿Quieres construir tu propio huerto urbano en casa? Aquí te indicamos los pasos que debes seguir para ello: