¿Te gusta viajar, conocer gente nueva y lugares que te sorprendan? No dejes que el miedo te paralice, actúa; no importa si tienes dinero o no. Lo único que...
¿Te gusta viajar, conocer gente nueva y lugares que te sorprendan? No dejes que el miedo te paralice, actúa; no importa si tienes dinero o no. Lo único que necesitas meter en tu mochila es algo de ropa y muchas ganas de explorar y descubrir. Si quieres ser uno de los mochileros por el mundo sigue leyendo.
Cualquier mochilero experto o primerizo conoce los aspectos básicos que se necesitan para explorar el mundo con una mochila al hombro. Si te has animado a empezar tu aventura mochilera tendrás que tener en cuenta estos aspectos:
La mochila. Un mochilero no es nada sin su mochila, así que elige una buena y empieza a llenarla. Tendrás que respetar dos secretos:
El dinero no es esencial. Se puede viajar con poco dinero e incluso ganarse la vida durante el viaje para poder pagarlo. Tu presupuesto de mochilero podrá ser muy reducido, por lo que tendrás que buscar medios de transporte baratos y sitios muy económicos para comer y dormir.
Si quieres pagarte tus gastos a medida que viajas, puedes utilizar diversas formas de autofinanciarte como el workaway, que consiste en vivir en hostales y restaurantes que te dan alojamiento y comida a cambio de tus servicios. Este método se utiliza sobre todo en Australia y Nueva Zelanda. Si sabes tocar un instrumento o hacer collares otra opción es poner un puesto callejero y ganar algo de dinero. Cuidado con la legislación de los países, porque hay lugares en los que está prohibida la venta callejera.
El tiempo para disfrutar. Un mochilero no hace un viaje de 15 días y vuelve a casa, sino que está largos periodos de tiempo viajando, incluso meses o años. La idea es tener tiempo de disfrutar de cada lugar, de descansar, de descubrir y de relacionarte con la gente de cada país o ciudad que visites.
La diferencia está en tus ojos. Un mochilero no mira el mundo como un turista: va más allá. El mundo no es solo para mirarlo; es para olerlo y sentirlo en la piel. Abre los ojos, no mires, siente, cambia tu forma de ver la vida, atrévete a descubrir, a hacer cosas nuevas, a volar. El viaje te cambiará completamente: no volverás a ser la misma persona.
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