Sara Wahedi es afgana. Cuando era una niña, su familia tuvo que huir de Afganistán. Primero fueron a Alemania, después a Estados Unidos y finalmente a Canadá, donde fueron reasentados y donde Sara creció. En 2018 regresó a su país para trabajar en la oficina del expresidente en Kabul pero el 9 de mayo todo cambió. Sara recuerda perfectamente ese día en el que estaba a tan solo unos pasos de su casa en Kabul, apenas 10 o 20 metros, cuando hubo tres explosiones consecutivas. Sara tuvo suerte y resultó ilesa pero ese ataque cambió su vida. Cerraron su vecindario y las autoridades no compartieron información con los residentes sobre lo que estaba pasando. En ese momento, Sara tuvo una idea al ver que no existía ningún sistema de alerta de emergencia en tiempo real.
"Fue como un momento de iluminación para mí: este es exactamente el tipo de herramienta que debe existir en los estados en crisis, en las regiones en crisis".
Sara Wahedi, sobre su aplicación Ehtesab.
Ese atentado marcó tanto a Sara que creó Ehtesab, una aplicación móvil que recoge información sobre sucesos de emergencia, los verifica y envía alertas a los usuarios en Afganistán. Su nombre está creado a partir de palabras que significan transparencia y responsabilidad. Esta aplicación refleja su misión de empoderar a los ciudadanos con información crítica que sirva para protegerles.
Desde su lanzamiento hace casi 6 años, la aplicación ha enviado unas 250.000 alertas a usuarios de todo el país sobre incidentes que pueden ser explosiones, detenciones, accidentes de tráfico, cierre de carreteras, pero también sucesos que tienen que ver con condiciones climáticas extremas y terremotos.
Para Sara, la misión va más allá de proporcionar datos, se trata de garantizar que todas las voces sean escuchadas y protegidas, especialmente las de las mujeres y la juventud refugiada afgana.
Con el 60% de la plantilla de Ehtesab compuesta por mujeres, Sara está liderando el camino hacia una mayor inclusión y representación en el campo de la tecnología en Afganistán. Además, ha utilizado su plataforma para abogar por los derechos y las oportunidades de los jóvenes refugiados afganos en eventos internacionales como el Foro Mundial sobre los Refugiados.
Después de lanzar Ehtesab, Sara se matriculó en la Universidad de Columbia en Nueva York para estudiar ciencia de datos y estudios urbanos. Ahora tiene 28 años y continúa dirigiendo su aplicación mientras sigue estudiando. A Sara le encantaría poder ampliar su aplicación para llegar a personas de otros países y conectar la tecnología con las políticas de organismos internacionales como las Naciones Unidas.
"Quiero difundir el mensaje en términos de este derecho humano fundamental, que cada ser humano en esta tierra tiene acceso a información que no está politizada, que es inmediata y que puede respaldar la seguridad y la salud de nuestras comunidades".
Sara Wahedi.
En medio de la incertidumbre que ha rodeado a Afganistán durante décadas, la voz de Sara se ha alzado para brindar esperanza y seguridad a su población. Una defensora de los derechos humanos que ha logrado fusionar sus conocimientos tecnológicos con el compromiso con su comunidad para crear esta aplicación que está cambiando vidas.
En un momento en el que la inclusión y el empoderamiento de las niñas en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son prioridades globales, la historia de Sara Wahedi y su creación, Ehtesab, adquiere una relevancia aún mayor. En el Día Internacional de las Niñas en las TIC, 25 de abril, establecido por las Naciones Unidas, se destaca la importancia de garantizar que las niñas y las mujeres tengan igualdad de acceso y participación en el mundo digital. La narrativa de Sara ejemplifica cómo el conocimiento tecnológico y el activismo pueden unirse para crear soluciones innovadoras que no solo protejan a las comunidades, sino que también amplíen las oportunidades para las niñas y las mujeres en la industria de la tecnología.
El trabajo de Sara Wahedi y Ehtesab es un testimonio del poder transformador de la tecnología cuando se combina con un compromiso inquebrantable con los derechos humanos. En un mundo donde la información es a menudo politizada y los más vulnerables quedan marginados, Sara continúa siendo una voz valiente y una fuerza de cambio para aquellos que más lo necesitan.
Foto: © ACNUR/Nicholas Feeney.
La versión original de esta historia fue publicada en EEUU para ACNUR el 8 de marzo de 2024.
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