El matrimonio infantil es cualquier tipo de matrimonio formal o unión informal en el que uno o los dos contrayentes tienen menos de 18 años. Esta realidad sigue existiendo...
El matrimonio infantil es cualquier tipo de matrimonio formal o unión informal en el que uno o los dos contrayentes tienen menos de 18 años. Esta realidad sigue existiendo actualmente: según un estudio de UNICEF, el número estimado de matrimonios infantiles alrededor del mundo asciende a 765 millones.
Aunque el matrimonio infantil afecta tanto a niñas como a niños, las menores suelen ser las más perjudicadas. Cada año, 12 millones de niñas y adolescentes se casan antes de cumplir los 18 años, según la alianza mundial Girls Not Brides. UNICEF estima que aproximadamente 115 millones de niños y hombres contrajeron matrimonio durante su infancia; de ellos, 23 millones lo hicieron antes de cumplir 15 años.
Estos son los cinco países donde se producen más casos de matrimonio infantil, según Girls Not Brides:
Existen varios motivos por los que el matrimonio infantil se sigue practicando:
El matrimonio infantil es una realidad en la República Democrática del Congo, especialmente para refugiados y desplazados que buscan salir de la pobreza. Es el caso de Anuarite y Boniface, dos jóvenes obligados a casarse. “Estamos tristes porque nuestras vidas habrían sido muy diferentes si no nos hubieran obligado a casarnos”, explica Anuarite, la joven de 16 años. Boniface, quien ya es su marido con tan solo 18 años, dice que le han arrebatado su infancia. “Ahora me siento como un adulto. Soy el marido de alguien. Mi mente está centrada en mantener a mi familia. No puedo sentarme y jugar como un niño.”
En Níger, el país con el porcentaje más alto de matrimonio infantil, la joven Balkissa Chaibou iba a ser obligada a casarse con su primo a los 16 años. Esto la obligaría a dejar los estudios, algo que truncaría el sueño de Balkissa de convertirse en médico. Consciente de ello, la joven tomó la valiente decisión de oponerse al matrimonio. Finalmente, tras amenazas de su tío y después de haber tenido que esconderse en un refugio de mujeres, Balkissa recibió el apoyo de sus padres y obtuvo la libertad que deseaba para cumplir su sueño. “Cuando me puse el uniforme de la escuela… me sentí como si mi vida se renovara. Como si se tratara de un nuevo comienzo.”