Miriam Makeba no solo tuvo una voz única y fue una de las grandes luchadoras contra el apartheid de Sudáfrica, sino que también siguió luchando contra todo tipo...
Miriam Makeba no solo tuvo una voz única y fue una de las grandes luchadoras contra el apartheid de Sudáfrica, sino que también siguió luchando contra todo tipo de injusticias hasta los últimos minutos de su vida. De hecho, la muerte la sorprende en Castel Volturno, una ciudad de la región italiana de Campania donde fueron asesinados seis inmigrantes ghaneses y a donde Makeba se había dirigido para participar en un concierto contra la Camorra (la mafia napolitana) y en apoyo al escritor Roberto Saviano.
Fue el 10 de diciembre de 2008, tenía 76 años y arrastraba desde hacía tiempo varios problemas de salud. El por entonces director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, declaró tras la muerte de la cantante que “la repentina muerte de la artista y activista sudafricana, nos ha arrebatado a una de las más dedicadas defensoras del trabajo de la FAO” y destacó el rol de Makeba como una enérgica luchadora contra el hambre y una militante a favor de mejorar la vida de las comunidades más pobres del planeta.
La cantante sudafricana fue nombrada embajadora de Buena Voluntad de la FAO en 1999 y dio muchos conciertos en su beneficio, además de hacer visitas voluntarias a diferentes países en situaciones de pobreza extrema para apoyar proyectos de ayuda y de emergencia.
"He mantenido mi cultura, he mantenido la música de mis orígenes y gracias a ello me convertí en esta voz y esta imagen de África y de su pueblo, sin ser consciente de ello", dijo alguna vez Miriam Makeba, nacida en 1932, en Johannesburgo, Sudáfrica, y con una infancia y adolescencia marcadas por la persistente discriminación. Pero ella no se dejó amedrentar nunca y desde muy joven comenzó a cantar en Sophiatown, un suburbio de Johannesburgo que es muy famoso por haber sido un foco multicultural muy potente antes de que el gobierno del apartheid obligara a sus residentes negros a abandonar la zona.
En los años 50, Makeba se unió al grupo Manhattan Brothers y, posteriormente, fundaría su propia banda, The Skylarks, donde mezclaba jazz con música tradicional sudafricana. Con esta banda, visitó Estados Unidos a finales de los años 50 y esa gira la catapultó definitivamente a la fama.
Por aquel entonces, ya empezaba a erigirse como un símbolo mundial contra la segregación racial, hasta que en 1963 se presentó en Naciones Unidas para testificar contra las políticas del apartheid, lo que generó que el gobierno sudafricano prohibiera todos sus discos y le impidiera regresar al país. De esta manera, Miriam Makeba se convertía en apátrida, pero muchos países le ofrecieron darle pasaporte y llegó a tener hasta nueve diferentes.
Miriam Makeba fue la primera mujer africana en ganar un premio Grammy, un galardón que compartió con Harry Belafonte en 1965. En 1967, dos años después de este premio histórico, logró fama internacional con la que sin duda es su canción más conocida: Pata Pata. Se trata de un tema inspirado en una danza que se baila en las chabolas de Johannesburgo, su ciudad natal.
Ya instalada en Estados Unidos, en 1969 Miriam Makeba se casó con el activista negro Stokely Carmichael, que en aquel momento era líder de los Panteras Negras. Cuatro años después se separaron. Años más tarde, Makeba contraería otra vez matrimonio, en este caso con el trompetista de jazz sudafricno Hugh Masekela.
En 1990, Nelson Mandela la convenció para que regresara a Sudáfrica. Por aquel entonces, ya era una voz célebre en todo el mundo y una referente en la lucha contra la desigualdad, el hambre y la discriminación. Y recibió el apodo con el que pasaría a la historia: Mamá África.
En 2001 recibió el premio de la paz Otto Hahn, otorgado por la Asociación Alemana de la ONU, y en 2002 el Polar Music Prize, que otorga la Real Academia Sueca de Música. En 2020, Pata Pata fue el elegido por Unicef para el lanzamiento de una campaña concientización en la lucha contra la COVID-19."Cantas sobre las cosas que te rodean. Nuestro entorno siempre ha sufrido por el apartheid y el racismo que sufre nuestro país. Así que nuestra música tiene que estar influida por ello", fue otra de las frases célebres de la inmortal Mamá África.