En el mes de noviembre de 2018 se contabilizaron más de 2.000 personas fallecidas en el Mediterráneo. Los mares y los océanos son muchas veces rutas de escape para...
En el mes de noviembre de 2018 se contabilizaron más de 2.000 personas fallecidas en el Mediterráneo. Los mares y los océanos son muchas veces rutas de escape para los refugiados, por eso queremos hablar de las aguas internacionales y de sus características.
Solo en el cruce de Libia a Europa la tasa de mortalidad aumentó de una muerte cada 38 llegadas en el año 2017 a una muerte por 14 llegadas en 2018.
Las aguas internacionales son las que no están incluidas dentro de la zona económica exclusiva, mar territorial o aguas interiores de un estado o archipiélago. Se denominan también alta mar.
No se controlan por ningún estado y existe libertad para navegar, pescar, sobrevolar o realizar investigaciones científicas, entre otras actividades.
Se regulan en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que fue aprobada en 1982. La convención establece que:
Las libertades que hemos mencionado se ejercerán según las normas de la Convención y respetando los intereses de otros estados.
ACNUR ha solicitado que se detenga la práctica de rechazar a los refugiados, que consiste en detener y devolver a miles de personas sin permitir el asilo o evaluar la necesidad de protección internacional.
ACNUR exige, además, una respuesta regional coordinada que permita:
Los motivos por los que las personas se desplazan y huyen de su país de origen siguen existiendo y para muchas de esas personas cruzar el Mediterráneo es la única opción. Por lo tanto, una acción internacional conjunta será la alternativa adecuada para poder ofrecer a todos los refugiados un lugar seguro en el que continuar con su vida.
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