Han corrido ríos de tinta, incontables imágenes han inundado los televisores y teléfonos inteligentes de todo el mundo y, a enero de 2020, 5,5 millones de refugiados sirios han...
Han corrido ríos de tinta, incontables imágenes han inundado los televisores y teléfonos inteligentes de todo el mundo y, a enero de 2020, 5,5 millones de refugiados sirios han tenido que huir de su país desde que en 2011 comenzara una guerra siria que, casi nueve años después, sigue devastando día a día al país. La guerra en Siria ha sido la gran protagonista de la década en Oriente Medio y en todo el planeta.
Turquía, que acoge al 64% de los refugiados sirios y otros países vecinos como Líbano, Jordania o Irak, han visto cómo el conflicto les salpicaba de una manera u otra. 11,7 millones de sirios requieren ayuda humanitaria en estos momentos, de los cuales, 5,3 son niños. 6,1 millones de personas se encuentran en condición de desplazados internos dentro del país y más de dos millones de sirios han muerto o han resultados heridos a causa de la guerra desde 2011.
La escalada de violencia en la región de Idlib ha provocado que al menos 300.000 personas se hayan visto obligadas a huir de sus hogares desde diciembre de 2019. Mark Cutts, Coordinador Regional Humanitario en la emergencia siria, advirtió que más de tres millones de personas están atrapadas en la zona de conflicto. La mayoría son mujeres y niños.
“Cada día recibimos noticias de familias atrapadas en la violencia, que buscan refugio y acceso a servicios esenciales en campos y áreas urbanas”, explicó Cutts, que también apuntó haber recibido informes de nuevos bombardeos en Ariha. “Hubo al menos nueve fallecidos y 20 heridos en Ariha después de los bombardeos”. El ataque también destruyó un colegio, una guardería y una mezquita, entre otros edificios.
“Los bombardeos y los ataques aéreos se están produciendo en ciudades y pueblos casi diariamente”, lamentó Cutts.
La situación de la guerra en Siria se ve agravada por las bajas temperaturas y las duras condiciones invernales. La lluvia y el frío invernales complican la situación de las familias, muchas de las cuales están desplazadas en campamentos, edificios destruidos, tiendas de campaña o al aire libre. Algunas zonas del sur de Idlib, como Ma’arrat An-Numan y áreas circundantes, se han quedado prácticamente vacías de civiles debido a la huida de las familias hacia el norte para ponerse a salvo.
Hay previstos más desplazamientos, por lo que organizaciones como ACNUR ya han puesto en marcha el plan de invierno para entregar materiales a los refugiados y desplazados, mejorar los refugios y proporcionar ayudas económicas, con el fin de dar flexibilidad e independencia a los beneficiarios para que cubran sus necesidades. ACNUR estima que unos 3,8 millones de refugiados sirios e iraquíes y también desplazados internos y refugiados de otras nacionalidades necesitan asistencia este invierno en Siria, Irak, Líbano, Jordania y Egipto.
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