El diccionario de la Real Academia Española define la palabra discriminación como la acción y el efecto de “dar trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, de edad, de condición física o mental”.
En su Declaración Universal de los Derechos Humanos, la ONU establece en su artículo 1 el derecho a la igualdad y en su artículo 2 el derecho a la no-discriminación. De manera tal que se le da una importancia fundamental al hecho de evitar la discriminación por cualquier vía alrededor del mundo y en todas las culturas. Sobre todo, tratando de afianzar la normalización del trato igualitario entre los seres humanos en todos los órdenes.
Tipos de discriminación
Uno de los tipos de discriminación es el que opera a partir de un origen étnico determinado y que puede adquirir carácter directo o indirecto. Y también están los casos de discriminación por clases sociales y por género.
- Discriminación directa. Un ejemplo de discriminación de origen directo es cuando una persona es discriminada por motivos étnicos a través de una acción concreta: colocar un cartel o un aviso en donde diga que para tal convocatoria se deberán abstener personas de algún origen étnico específico. Esto suele pasar a menudo en personas de origen africano o árabe o rumano que buscan trabajo o pisos de alquiler en países de Europa.
- Discriminación indirecta. Se trata de casos más sutiles, pero no por eso menos graves. Por ejemplo, cuando una persona de un origen étnico determinado busca trabajo en alguna tienda y se le pide un título universitario o se le ponga alguna cláusula que sea imposible de cumplir, con tal de no aceptarla. Se llama indirecta porque no se reconoce de manera directa y se utilizan eufemismos o atajos para discriminar a una persona.
- Discriminación por clases sociales. Muchos casos de discriminación por razones étnicas esconden, en el fondo, algo que se llama aporofobia y que se define como la fobia a la gente pobre. Se trata de un neologismo acuñado por la filósofa española Adela Cortina y que usó para separar este concepto del de xenofobia. La diferencia fundamental entre ambos conceptos, según esta catedrática de Ética y Política en la Universidad de Valencia, es que la gente que tiene aporofobia no discrimina a personas de diferente raza y religión cuando éstas tienen un buen patrimonio económico o una cierta relevancia social y mediática.
- Discriminación de género. Es algo que los movimientos feministas alrededor de todo el mundo están luchando por combatir. Recientemente, el festival Primavera Sound de Barcelona propuso un cartel donde el cupo de artistas masculinos y femeninos estaba equiparado en un 50% para cada uno. Se trató de un un hecho inédito en un festival de semejante magnitud y que sentó un buen precedente para que dentro del ámbito de la música se acabe con la discriminación de género. Pero a nivel laboral, la discriminación de género sigue siendo habitual y un estudio reciente de la consultora laboral Manpower revela que en España las mujeres siguen ganando un sueldo promedio de un 37% menos que los hombres.
Refugiados y discriminación
Las personas perseguidas por motivos étnicos son una constante en muchos países del mundo y una de las principales causas de la existencia de refugiados. El último caso impactante fue el de los rohingyas en Myanmar, pero también se registran casos de este tipo de discriminación seguido de persecución entre los refugiados somalíes en Kenia o entre quienes solicitan asilo en Grecia.
ACNUR también ha detectado casos severos de discriminación por motivos raciales contra los colombianos que viven en Ecuador y en Costa Rica. Un caso más es el de la creciente discriminación en Sudáfrica a personas refugiadas procedentes de Somalia, Zimbabue y Paquistán.