El Cuerno de África sufre la peor sequía de los últimos años

Sequías prolongadas, grandes inundaciones, conflictos bélicos, inseguridad alimentaria… los países del Cuerno de África se enfrentan a todos estos problemas desde hace años y la situación no mejora. La población de esta región está sufriendo las consecuencias directas del cambio climático que se unen a la continua inseguridad y violencia que persiste en algunos de los países.

Para poner en contexto lo que está ocurriendo en esta región conviene saber más sobre ella. Está situada en la parte oriental de África, entre el Mar Rojo y el Océano Índico y separado de la península arábiga por el estrecho de Bab el-Mandeb.

Su nombre viene de la forma triangular que tiene la región y está compuesta por Etiopía, Somalia, Yibuti y Eritrea, pero en muchas ocasiones se incluye Kenia, Uganda, Sudán y Sudán del Sur. En este extenso territorio de zonas desérticas y secas de más de 4,6 millones de kilómetros cuadrados, viven más de 200 millones personas en condiciones de extrema pobreza.

El Cuerno de África a lo largo de su historia ha sufrido numerosos conflictos internos y guerras regionales que han desestabilizado la zona y empeorado las relaciones entre los países que lo conforman. Esta región tiene una gran importancia geoestratégica y geopolítica, ya que es un nodo de rutas de comercio del mar Rojo que, además, hace frontera con África Central y el Sahel.

Los países del Cuerno de África están sufriendo la peor sequía de los últimos 40 años. Las temporadas de lluvia han sido inexistentes, lo que ha provocado que las fuentes se hayan secado, los cultivos estén arrasados y los animales de ganado hayan muerto. La consecuencia más directa de esta situación es la inseguridad alimentaria y hambruna muy grave. Más de 18 millones de personas de esta región están sufriendo la escasez de agua y la falta de alimentos.

Y es que el agua es el bien más preciado que existe y su falta tiene consecuencias devastadoras para la población como la desnutrición, principalmente la infantil. Una encuesta de ACNUR han comprobado que en el caso de los niños y niñas refugiados es muy preocupante en países como Etiopía o Kenia. De hecho, más de 7 millones de niños sufren desnutrición aguada en Etiopía, Kenia y Somalia.

En ocasiones, se tiene la idea de que son las guerras, la violencia o la persecución por motivos políticos, de género o raza las únicas causas de desplazamiento, pero no es así. El cambio climático y sus consecuencias se están convirtiendo en una de las principales causas de movimientos forzosos de personas en todo el mundo. La falta de recursos básicos, la pobreza extrema, la sequía continuada y la hambruna son motivos más que suficientes para que las poblaciones se vean obligadas a huir de sus hogares.

Estos desplazamientos pueden ser internos (dentro de un mismo país), ya que se mueven a zonas diferentes del país con mejores condiciones climatológicas, o bien externos, a otros países, principalmente los países vecinos. Por ejemplo, tan solo en Somalia y Etiopía 1,75 millones de personas se han desplazado internamente a causa de la sequía.

La sequía se une a los conflictos internos en estos países que provoca una crisis que se agrava cada año y que tiene como consecuencia principal la incapacidad de la población para cubrir sus necesidades básicas. Millones de personas necesitan ayuda humanitaria y se ven obligadas a huir de sus hogares en busca de alimentos, agua, refugio y protección.

Los países de la región del Cuerno de África sufren las consecuencias del cambio climático ,pero no todos hacen frente a la misma situación, por lo que conviene conocer su contexto:

Sudán

El 15 de abril estallaron combates en el país y desde entonces la violencia no ha cesado provocando que más de 4,5 millones de personas se hayan visto obligadas a huir buscando un lugar seguro. Estos enfrentamientos han provocado miles de muertos y heridos, el deterioro de la atención sanitaria y la falta de medicamentos. El conflicto y la crisis de suministros se unen a la sequía y al hambre que existen en la región. Todo esto ha provocado una de las peores crisis humanitarias de la actualidad.

Sudán del Sur

Es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático. En la zona norte de Sudán del Sur, las inundaciones afectan a un millón de personas cada año y, en otras partes, la sequía mata al ganado y arrasa con el cultivo.

Las inundaciones en la localidad de Bentui, al norte, han sumergido tierras de cultivo, caminos, casas y un asentamiento de desplazados y refugiados que ha quedado convertido en una isla. Esta situación se une a la llegada de refugiados de su vecino Sudán, esto ha hecho que haya 3,3 millones de personas refugiadas y solicitantes de asilo de Sudán y Sudán del Sur.

Etiopía

El país lleva cinco temporadas de lluvias fallidas que agravan la situación para la población, que se queda sin medios de subsistencia. Esto unido a la inflación, la inseguridad y la llegada de refugiados desde países vecinos como Sudán, complican extremadamente la supervivencia de las personas.

Somalia

Este país está sufriendo la sequía más larga y grave de su historia que ha provocado la disminución de sus pastos, obligando a las comunidades agrícolas a abandonar sus hogares en busca de agua y alimentos. Según la Red de Seguimiento de la Protección y el Retorno (PRMN), dirigida por ACNUR, en febrero se registraron 234.000 desplazamientos dentro de Somalia. Del total de desplazamientos el 62%, se atribuyó al conflicto o la inseguridad, el 34% a la sequía y el 4% a otros motivos.

Kenia

Kenia es otro de los países que más está sufriendo por la sequía que es crítica en 22 de los 23 condados del país. Tierras áridas que son consecuencia de la falta de lluvias que provocan hambre y sed en la población.

Todos estos países están sufriendo de una manera devastadora las consecuencias del cambio climático. La sequía arrasa con todo, mata al ganado, seca los cultivos, deja sin alimentos a la población y provoca conflictos internos. La emergencia climática es una realidad que cada año va a peor y provoca el sufrimiento de millones de personas en el mundo.

ACNUR está presente en todos estos países y hace todo lo posible para paliar la situación de las personas afectadas. Lo hace ofreciéndoles refugios de emergencia, suministrándoles agua con camiones cisterna, dando ayudas en efectivo a la población, dando asistencia nutricional a la población, especialmente a mujeres, niñas y niños, entre otras acciones.