Cumbre del clima: 8 claves para entender la importancia de la COP28

Del 30 de noviembre al 12 de diciembre se celebra en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) la COP28, la 28º edición de la cumbre del clima, en la que se reunirán los líderes mundiales, líderes de negocios, ONG y sociedad civil para trazar una ruta clara en la lucha contra la crisis climática.

Esta cumbre llega en el año en el que hemos alcanzado temperaturas récord a nivel mundial y los fenómenos meteorológicos extremos cada vez afectan a más personas en el planeta. Y es que la comunidad científica lo tiene claro: no podemos mantener un clima soportable si no se reduce la producción de carbón, petróleo y gas y se triplica la cantidad de energía renovable para el año 2030.

La conferencia sobre el cambio climático de 2023 es una oportunidad clave para elegir el rumbo correcto y tomar acción para afrontar la crisis climática. Para entender mejor todo lo que engloba esta cumbre, vamos a responder algunas preguntas clave.

Las COP son las Conferencias de las Partes de los países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

La COP se reúne cada año, salvo que las Partes decidan lo contrario y la primera tuvo lugar en marzo de 1995 en Berlín. Este año se celebra la 28 edición, ratificada por 198 países, por lo que es una adhesión casi universal.

Se espera que más de 60.000 delegados asistan a la COP28, entre los que se encuentran los representantes de los Estados miembros de la Convención, líderes de la industria, jóvenes activistas, representantes de las comunidades indígenas y periodistas, entre otras partes interesadas. Es un momento crucial en la acción climática a nivel mundial, en el que se verá hasta dónde se ha llegado en la lucha contra la crisis climática y el futuro del planeta.

La COP21 se celebró en París en 2015 y ahí se adoptó el llamado Acuerdo de París y las conferencias posteriores han girado en torno a él. El objetivo era claro: detener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y en la medida de lo posible, que no rebasase los 1,5. Este era el límite que establece la ciencia para evitar los efectos más catastróficos. Ahora el planeta está en un calentamiento de 1,2 grados.

Este acuerdo salió de París de la COP21, mientras que en la de Katowice (COP24) y en la de Glasgow (COP26) mostraron el plan y la de Sharm el-Sheikh (COP27) lo encaminó a la implementación. De ahí que la COP28 sea un punto de inflexión en el que los estados miembros deben acordar las acciones firmes que van a llevar a cabo. Una parte esencial de esta COP es la mitigación, adaptación y financiación climática de los planes existentes para conseguir los objetivos de París. Las decisiones que se tomen podrían ser el resultado más significativo desde 2015.

Los combustibles fósiles son aquellos que proceden de plantas y organismos en descomposición enterrados bajo capas de sedimentos y rocas que han ido transformándose durante milenos por presión y temperatura hasta la formación de sustancias de gran contenido enérgico. Estos combustibles son el carbón, el petróleo o el gas natural y suministran alrededor del 80% de la energía mundial.

Nos proporcionan electricidad, calor, transporte y participan en procesos de fabricación de productos que van desde el acero a los plásticos. El problema es que cuando se queman, liberan dióxido de carbono, entre otros gases de efecto invernadero que atrapan calor en la atmósfera. Esto hace que los combustibles fósiles sean los principales responsables del calentamiento y del cambio climático.

Nos lo jugamos todo. La salud del planeta y el bienestar de la humanidad está en juego si no se toman medidas contundentes y efectivas. Una de las situaciones más preocupantes a nivel mundial es el deshielo de la Antártida, ya que el pasado mes de septiembre estuvo 1,5 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio para la época del año. Esto supone como advirtió António Guterres, Secretario General de la ONU, durante su visita a la Antártida previa a la COP28, una catástrofe en todo el mundo y que lo que ocurre a miles de kilómetros tiene un impacto directo aquí mismo.

La quema de combustibles fósiles y un uso insostenible de la energía durante más de un siglo ha provocado un calentamiento global que provoca fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones, tormentas, olas de calor, etc) y cambios climáticos irreversibles. Los últimos 8 años han sido los más calurosos registrados a nivel mundial, siendo 2023 el que se lleva el récord. Si seguimos a este ritmo y se llegaran a alcanzar el aumento de la temperatura de 3 grados el planeta se convertiría en un lugar peligroso e inestable para el ser humano.

Aunque todavía no hayamos llegado a ese extremo, actualmente casi la mitad de la población mundial ya vive en regiones muy vulnerables al cambio climático. Los países menos desarrollados, los isleños o sin litoral son los que están sufriendo más las consecuencias. Especialmente los primeros, que siendo los que menos han contribuido al calentamiento global están sufriendo de manera directa sus efectos teniendo menos recursos para enfrentarse a ellos.

Foto: © ACNUR/Tiksa Negeri

Los informes de la ONU ya han mostrado como no estamos yendo hacia la consecución de los objetivos del Acuerdo de París, pero, aun así, hay esperanza de que los gobiernos en esta COP establezcan la hoja de ruta para aumentar el ritmo de las acciones.

Los países presentarán sus planes nacionales en materia de clima prevista para 2025, al igual que lo hicieron en 2020. Ahora, a mitad de camino de la agenda 2030, esta evaluación mundial podría ser un ejemplo para animar a los países a aumentar su ambición y fijar nuevos objetivos, superando los compromisos existentes. La COP28 podría ser decisiva para cambiar el rumbo de la emergencia climática.

Cada año, las conferencias se celebran en un país diferente y en este 2023 será Emiratos Árabes Unidos el anfitrión de esta cumbre que se celebra del 30 de noviembre al 12 de diciembre. El país que acoge la COP es que nombra al presidente, que en esta ocasión será Sultan al-Jaber, ministro de Industria y Tecnología Avanzada de los Emiratos. Será el encargado de dirigir las negociaciones sobre el clima y ha declarado que se centrarán en cuatro grandes áreas:

• Acelerar la transición energética y reducir las emisiones antes de 2030.
• Transformar la financiación climática, de tal manera que se cumplan las viejas promesas y establecer el marco para un nuevo acuerdo.
• Poner en el centro de la acción por el clima a la naturaleza, las personas, la vida y los medios de subsistencia.
• Promover que la COP sea la más inclusiva de la historia.

Porque si no se toman medidas más enérgicas e inmediatas vamos a tener un planeta inhabitable en no tantos años. Los científicos dicen que todavía es posible limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados, pero tomando acciones urgentes en esta lucha por frenar la crisis climática. Estas serían las medidas principales que los países tendrían que tomar:

• Reducción del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con los niveles de 2010.
• Llegar a 2050 a cero emisiones netas en el mundo.
• Realizar una transición justa y equitativa de los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) a las fuentes de energía renovables (eólica, solar, biomasa, hidroeléctrica, etc).
• Incrementar la inversión en la adaptación a las alteraciones climáticas.
• Cumplir el compromiso financiero para apoyar a los países en desarrollo, garantizando 100.000 millones de dólares anuales para un fono de pérdidas y daños, tal y como se acordó el año pasado en la COP27, como un gesto de justicia climática.

Foto: © ACNUR/Tiksa Negeri

A pesar de que se están tomando algunas medidas, según el informe de síntesis sobre las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) de la Convención que se publicó en noviembre, el mundo está fracasando en su labor de frenar la crisis climática.

El secretario general de Naciones Unidas António Guterres ya lo advirtió: “La ambición mundial se estancó el año pasado y los planes nacionales sobre el clima están sorprendentemente desalineados con la ciencia".

Y el problema es que, si no cesan las extracciones de combustibles fósiles, tal y como advierte António Guterres "nos dirigimos hacia un calamitoso aumento de la temperatura de tres grados centígrados a finales de siglo".

De seguir a este ritmo llegará un momento en que las capas de hielo de la Antártida Occidental y Groenlandia llegarán a un punto de inflexión mortal, lo que supondría un aumento 10 metros del nivel del mar. El calentamiento global disminuye el hielo y, por tanto, aumentan los fenómenos meteorológicos extremos.

Los líderes mundiales saben cuáles son las soluciones y es frenar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados poniendo fin a los combustibles fósiles y poder así proteger a las personas del caos climático.

Foto principal: © ACNUR/Sylvia Nabanoba