El derecho a la vida se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En su artículo 3 establece que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la...
El derecho a la vida se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En su artículo 3 establece que “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. A pesar de su reconocimiento, en muchos países este derecho se ve vulnerado debido a las guerras y a los conflictos, y sus habitantes deben huir hacia otro país para salvar su vida.
El derecho a la vida es un derecho fundamental, como también lo es el derecho a la igualdad, la libertad o la integridad. Asimismo, el artículo 15 de la Constitución Española establece que todos tienen derecho a la vida y a la integridad física, sin que puedan ser sometidos a penas o tratos inhumanos.
El derecho a la vida es la base de todos los demás derechos, el generador.
El reconocimiento del derecho a la vida no es suficiente, sino que debe ser completado con la protección de aquellas personas que ven peligrar su vida y deben huir de su país para encontrar un lugar seguro en el que tener un futuro.
Las personas refugiadas se pueden beneficiar de la protección internacional en sus dos facetas: el derecho de asilo y la protección subsidiaria. El derecho de asilo supone el reconocimiento de la condición de refugiado, que se refiere a toda persona que se está fuera de su país como consecuencia de temores fundados de persecución por raza, religión, política, género o sexo.
El derecho de asilo supone para los refugiados, según la legislación española, la no devolución al país de origen y en reconocimiento de una serie de derechos como el acceso a la sanidad pública, la expedición de un documento de identidad o la libertad de circulación.
En todo el mundo existen conflictos y guerras que ponen en peligro la vida de muchas personas. En países como Nigeria, por ejemplo, miles de personas han muerto en manos del grupo terrorista Boko Haram, lo que ha hecho que muchas personas se hayan desplazado a lugares más seguros para salvar su vida.
Boko Haram ha secuestrado y torturado a miles de mujeres y niñas en los últimos años. Algunas de esas mujeres y niñas han muerto y otras han sido liberadas. Las que han logrado sobrevivir, han huído junto a su familia hacia lugares como los campos de refugiados de Níger. Según los datos de ACNUR, 200.000 refugiados nigerianos viven en países fronterizos y 2,4 millones de personas viven desplazadas respecto a los lugares de conflicto.
El peligro para la vida de las personas se extiende a otros muchos países como Burundi, donde han huído más de 400.000 personas, dependen de la ayuda humanitaria y no pueden volver a su país. Otro ejemplo lo encontramos en la República Democrática del Congo. donde la inseguridad se traduce en asaltos, torturas, extorsiones o reclutamientos forzosos incluso de menores de edad.
Tu ayuda es fundamental para proteger el derecho a la vida de muchas personas en el mundo que viven en situaciones de peligro.
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