En medio de la crisis de refugiados que más rápido empeora, más de 21.000 niños se han quedado solos. Son menores no acompañados para quienes sus padres están desaparecidos –o quizá muertos- a causa de un conflicto que ya ha desplazado a más de 3 millones de civiles de Sudán del Sur.
Una huida de sus casas y aldeas que, para muchas personas, tuvo que hacerse en cuestión de minutos.
“Cuando empezó el tiroteo, estaba en la escuela. Estábamos aprendiendo vocabulario en inglés. Me asusté mucho porque nunca antes había oído ese sonido. El profesor gritó que saliéramos y corriéramos… Él fue el último en salir de la clase, para asegurarse de que ninguno se quedaba atrás”.
Así es como recuerda Sandra, de 14 años, el instante en el que su vida cambió para siempre. Esto lo relata, entre lágrimas, en mitad de un campo de refugiados en Uganda, donde llegó sola y vestida todavía con el uniforme del colegio tras haber atravesado los bosques con sus compañeros de escuela durante dos días. Sus padres están desaparecidos, no sabe nada de ellos o de sus parientes. “Prefiero no pensar en ellos porque me entristece. Me da miedo no volver a verlos nunca”, dice entre sollozos.
"Las mujeres y los niños sufren el peso de esta guerra sin sentido".
Bornwell Kantande, Representante de ACNUR en Uganda
Entre los miles de refugiados sursudaneses que han llegado recientemente a Uganda se encuentran 600 niños como Sandra que han llegado solos. A muchos la violencia les sorprendió mientras estaban separados de sus familias, en la escuela, en los mercados o recogiendo agua. Por eso, cuando llegó el momento de huir, se encontraron solos. Son niños que ahora están a cargo de organizaciones como ACNUR, que trabaja para localizar a sus familiares o buscarles familias de acogida dentro de los campos de refugiados.
Otras personas, como Christine, han perdido a sus maridos. Esta mujer de 26 años también se encuentra sola en un país ajeno, rodeada de desconocidos y al cuidado de un bebé al que trajo al mundo en su camino de huida.
Uganda acoge actualmente a más de 834.000 refugiados de Sudán del Sur. Solo en lo que llevamos de 2017, 194.000 personas han huido a este país en busca de refugio, de las cuales el 86% son mujeres y niños como Christine y Sandra. “Si bien es imperativo buscar una solución política al conflicto, en países de acogida como Uganda es vital proporcionar un apoyo especial a mujeres y niños que han sufrido violencia, trauma y abuso. Pero la situación financiera es grave ", asegura el Representante de ACNUR en este país.
La ayuda humanitaria es imprescindible en este momento para miles de mujeres y niños que han huido de la guerra en Sudán del Sur.