El 10% de la población desplazada interna en todo el mundo se encuentra en República Democrática del Congo (RDC), y se calcula que en 2020 y 2021 se mantenga al mismo nivel. Además, los refugiados congoleños conforman el principal grupo de personas refugiadas en África del Sur.
En RDC hay, actualmente, 4,5 millones de desplazados internos. Casi un millón de refugiados congoleños se encuentran en países vecinos.
El país sufre una de las situaciones humanitarias más difíciles y desafiantes del mundo. Desde que terminó la guerra civil en 2003, vive en una inestabilidad constante. Desde 2016, la violencia ejercida por varios grupos armados tiene atemorizada a la población. Miles de congoleños tienen serias dificultades para conseguir cosas tan básicas como alimento o refugio.
La situación es especialmente grave en las provincias de Kivu Norte e Ituri, donde la población civil y las personas desplazadas se han convertido en el blanco de grupos armados. Solo en el mes de octubre de 2019, el personal de ACNUR registró al menos 1.000 casos de violaciones de derechos humanos en estas dos provincias del este de RDC.
Los desafíos en materia de seguridad, protección y asistencia son enormes. Los asesinatos indiscriminados, los secuestros y los ataques contra colegios y centros de salud no cesan. Muchos niños se están quedando solos porque sus padres son asesinados y las mujeres y niñas sufren, de forma generalizada, violencia sexual, abusos y explotación.
* Estimación de posibles proyectos y gastos a financiar con la cantidad recaudada en la campaña. Algunos de los proyectos ya se han ejecutado y otros están planificados para el año en curso, con posibilidad de sufrir modificaciones en función de las prioridades de acción en el terreno.
ACNUR desarrolla un plan de acción global para la emergencia en RDC. A día de hoy, las provincias de Kivu Norte e Ituri forman una de las áreas más conflictivas y donde más esfuerzos se están destinando por las múltiples necesidades que presenta.
Una prioridad de ACNUR es ofrecer un espacio seguro y digno, así como proveer de materiales básicos como mantas, colchones, artículos para cocinar y lámparas solares, entre otros.
Un refugio garantiza protección y evita abusos. El poder disponer de artículos de uso cotidiano les proporciona una sensación de normalidad y facilita su día a día.
El 72% de los niños desplazados en estas áreas no tienen acceso a educación. Se ha ampliado la capacidad de la escuela local de Oichna con 8 nuevas aulas. Por otro lado, ACNUR está identificando escuelas donde habilitar hangares que sirvan como aulas temporales, por la proximidad de la temporada de lluvias, ya que algunas clases tienen lugar al aire libre.
Construir y rehabilitar aulas y escuelas es primordial para asegurar el acceso a la educación. Financiar los gastos en educación de las familias desplazadas es otra forma de asegurar el acceso de los niños desplazados al colegio. Los niños necesitan un espacio seguro como la escuela, donde poder crecer y aprender.
1.089 letrinas comunales: han sido construidas en la zona de Masisi, Lubero y Rutshuru para mejorar las condiciones de higiene y saneamiento.
El 95% de los niños desplazados no tienen certificados de nacimiento. Junto con uno de sus socios locales, ACNUR está apoyando a los desplazados internos que han perdido sus tarjetas de identificación, posibilitando que puedan adquirir duplicados. El registro es el primero y más importante de los pasos para garantizar los derechos legales y el acceso a los servicios de millones de desplazados.
Gracias a vuestro apoyo y compromiso, ACNUR puede desarrollar todas estas iniciativas para mejorar la vida de las personas refugiadas y desplazadas en República Democrática del Congo. ¡GRACIAS!