Las condiciones en el norte de Donetsk y en Lugansk son especialmente difíciles, ya que el suministro de agua y electricidad a menudo se ve interrumpido por bombardeos y ataques con cohetes. Los duros bombardeos están causando la muerte de civiles, sobre todo en torno a la ciudad de Debáltsevo, que ha sido el escenario de intensos combates en febrero.
Estos enfrentamientos están dificultando extremadamente el envío de ayuda humanitaria a los numerosos civiles que están atrapados en zonas en conflicto. La escasez de artículos de primera necesidad, como comida, combustible y medicinas…, ha provocado un aumento de los precios de los suministros disponibles. Las condiciones de vida se han complicado notablemente por el frío y las bajas temperaturas para la población.
A pesar de los riesgos para la seguridad, ACNUR y otras ONG colaboradoras han distribuido ayuda de emergencia no alimentaria a algunos de los civiles más necesitados. Por primera vez, ACNUR ha llevado ayuda a dos zonas en Lugansk –Novopskov y Markivka- que hasta ahora permanecían inaccesibles para las agencias humanitarias. Las autoridades ucranianas han evacuado desde Donetsk y Lugansk a más de 11.000 personas, incluyendo a 2.246 niños y 348 personas con discapacidad, pero la asistencia a los evacuados sigue siendo insuficiente con respecto a sus necesidades.
ACNUR sigue ampliando su presencia en la ciudad de Donetsk y actualmente está evaluando la viabilidad de una mayor presencia también en Lugansk. Como parte de la operación general de Naciones Unidas de respuesta a la situación humanitaria en Ucrania, ACNUR codirige el grupo de trabajo de Protección junto con la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos (OHCHR por sus siglas en inglés), al tiempo que lidera el grupo de trabajo de Alojamiento y Artículos no Alimentarios.
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