Desde que estalló este enfrentamiento el martes, el campo de Mugunga se ha ido desalojando; los desplazados huyen de allí rumbo a Goma, a 15 kilómetros al este. Otros marchan hacia el norte, a Sake, a 10 kilómetros del campo. Se ha sabido que residentes locales también están saliendo del área de Mugunga.
Se calcula que alrededor de 350.000 desplazados viven hoy en cerca de 55 campos a lo largo de Kivu Norte; la mitad de estos campos se localizan en zonas afectadas por el conflicto. Decenas de miles de congoleños han huido de la violencia desde abril de 2012, cuando comenzaron los enfrentamientos intermitentes entre las tropas del gobierno y las del movimiento M23. El conflicto también ha llevado a más de 60.000 congoleños a exiliarse en Uganda y Ruanda.
El pasado mes de noviembre, el movimiento M23 tomó brevemente la ciudad de Goma, pero las dos partes en conflicto iniciaron conversaciones de paz el mes siguiente en Uganda. Sin embargo, éstas parecen haberse estancado.
ACNUR hace un llamamiento a todas las partes involucradas en el conflicto para asegurar la protección de los civiles, incluyendo los desplazados.
"Debe respetarse el principio de distinción entre objetivos militares y población civil,” afirmaba Kouassi Etien, jefe de la oficina de ACNUR en Goma.
Según los cálculos de Naciones Unidas, ya hay más de 2,5 millones de personas que han sido desplazadas forzosamente en la República Democrática del Congo, incluyendo a 900.000 personas en Kivu Norte.