ACNUR acompaña a un convoy interinstitucional de las Naciones Unidas y la Media Luna Roja Árabe Siria para llevar material de ayuda humanitaria a casi 20.000 personas en el rural de Damasco donde, tras evaluar las necesidades, pide un paso seguro para los civiles.
Ante los recientes enfrentamientos en el sur del país, ACNUR insta a todas las partes en Siria a proteger y proporcionar un paso seguro a los civiles desplazados. Se calcula que unas 140.000 personas necesitan ayuda humanitaria, protección, refugio y un paso seguro para salir de la zona.
ACNUR, junto a otras agencias de la ONU y socios humanitarios, ha movilizado una firme respuesta de ayuda humanitaria en Siria, alcanzando a decenas de miles de personas. No obstante, la situación de los últimos meses urge a aumentar la asistencia y ACNUR pide un acceso humanitario permanente.
Según informaba el domingo la BBC, más de 100 trabajadores de rescate sirios y sus familias fueron evacuados del sur de Siria a Jordania durante el sábado por la noche. Raed Saleh, jefe de los conocidos como “cascos blancos” sirios, aseguraba que habían estado "rodeados en una región peligrosa".
Por su parte, ACNUR ha dicho que "está apoyando su estancia temporal en anticipación a su traslado a otros países” mientras el secretario de Relaciones Exteriores británico y secretario de desarrollo internacional explicaban en una declaración conjunta que “los cascos blancos han sido blanco de ataques” y que, debido a su alto perfil, han considerado necesaria su protección inmediata en estas circunstancias".
Ante la intención anunciada el miércoles por las autoridades sirias y rusas de establecer un centro dentro de Siria para ayudar a las personas refugiadas que quieren volver a sus hogares, ACNUR se ha puesto a disposición del Gobierno sirio y de la Federación Rusa para alcanzar soluciones conformes con la legislación internacional en materia de derechos humanos y de refugiados.
Tras los acuerdos alcanzados a nivel local en zonas que están volviendo a ser controladas por el Gobierno de Siria, decenas de miles de desplazados internos han vuelto a su ciudad, aunque ACNUR asegura que es indispensable cumplir con los estándares internacionales sobre retornos, lo que significa que deben hacerse de manera digna y segura.
En medio de los constantes combates y desplazamientos en los primeros meses del año, se calcula que cerca de 13.000 refugiados en países vecinos y 750.000 desplazados han vuelto a sus casas en Alepo, Homs, Hama, Damasco y sus zonas rurales, suroeste y noreste de Siria.
Ante la tendencia, en 2017 ACNUR reforzó su capacidad en Siria para apoyar a quienes decidían volver espontáneamente y sigue trabajando para aumentar la respuesta a las necesidades humanitarias.
Aunque los refugiados siempre tienen el derecho al retorno, ACNUR recalca que éste debe ajustarse a las normas internacionales, es decir, “los retornos deben ser voluntarios, realizarse en condiciones dignas y seguras, y han de ser sostenibles”.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados “es fundamental que los retornos no sean precipitados ni prematuros, ni se realicen bajo presiones y los refugiados deben poder tomar la decisión sobre su futuro de manera libre y con conocimiento, al mismo tiempo que deben darse los elementos básicos para que estos retornos sean duraderos y se afiancen.”