Con el apoyo de las fuerzas armadas libanesas, ACNUR y las ONG socias pudieron, a principios de semana, acelerar la distribución de kits de refugio de emergencia adicionales. Estos paquetes, que incluyen lonas plásticas aislantes, planchas de madera y herramientas, son distribuidos a los miles de refugiados que viven en tiendas de campaña en el valle de Bekaa, en el este del Líbano, la región más afectada por la tormenta “Alexa”.
Los equipos de emergencia prosiguieron su trabajo el miércoles a pesar de que las carreteras se encontraban bloqueadas por el mal tiempo. También se han preparado refugios alternativos para los refugiados cuyas tiendas de campaña se puedan ver afectadas por la nieve, la lluvia o las inundaciones.
Unos 125.000 refugiados que viven en el valle de Bekaa ya han recibido sus paquetes de preparación para el invierno, mientras que otros 55.000 los van a recibir a lo largo de los próximos días. Las agencias humanitarias que trabajan por todo el Líbano ya han distribuido 255.000 mantas y más de 6.000 estufas en los últimos meses. Asimismo se han entregado unas 45.000 tarjetas de débito con 150 dólares a familias vulnerables para que puedan comprar más estufas y combustible.
La tormenta Alexa golpeó el Líbano el martes por la noche, con nevadas en las zonas altas y lluvia en el resto del país, así como fuertes rachas de viento. Según las previsiones, las condiciones meteorológicas seguirán siendo difíciles durante varios días, esperándose nuevas nevadas. Las noticias que llegan desde Siria y algunas zonas de Turquía hablan de condiciones meteorológicas igualmente complicadas.
ACNUR está especialmente preocupado por los numerosos refugiados en el Líbano que viven en refugios precarios, frágiles e insalubres. El número de refugiados en Líbano se ha multiplicado por cinco en el último año.
“Para los cientos de miles de refugiados en el Líbano, así como en los países vecinos y los desplazados en Siria, una tormenta como ésta genera aún más dificultades y sufrimiento”, dice AminAwad, director de la oficina de ACNUR para Oriente Medio y Norte de África. “Con la ayuda del Líbano, estamos haciendo todo lo que podemos para proporcionar rápidamente una ayuda adicional a la gente que más la necesita. Este trabajo se suma a las actividades de preparación frente al invierno que hemos venido llevando a cabo durante los últimos meses”.
Un gran número de agencias humanitarias están trabajando para equipar a los refugiados para hacer frente al invierno en el Líbano, entre otras, el Programa Mundial de Alimentos, el Consejo Noruego para los Refugiado, la Organización Internacional para las Migraciones, Oxfam, Medair, SavetheChildren, WorldVision, Humedica, GVC, Mercy Corps, IOCC, PU, Cáritas y Handicap International.
La Agencia de la ONU para los Refugiados comenzó a distribuir mantas térmicas y otros artículos a principios de noviembre. En todo Oriente Medio, ACNUR ha distribuido más de 70.000 lonas plásticas aislantes para ayudar a los refugiados a que sus tiendas y refugios estén más preparados para el invierno, mientras que otros han recibido calefactores eléctricos o de queroseno. Otros refugiados han recibido ayudas económicas para la compra de calefactores.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y sus socios están atendiendo las necesidades alimentarias de los refugiados sirios recién llegados en las áreas afectadas por la tormenta en el Líbano. Tienen reservas de alimentos suficientes para alimentar a 150.000 personas. En otras partes del país, el PMA está dando asistencia alimentaria mediante vales electrónicos de comida a más de 600.000 refugiados sirios registrados por ACNUR.
El Líbano es actualmente el país que acoge al mayor número de refugiados sirios en la región, con cerca de 840.000 sirios registrados como refugiados o a la espera de ser inscritos. A diferencia de otros países de la zona, no se han establecidos campos de refugiados, sino que los sirios viven en las comunidades locales en unas 1.600 ubicaciones.
El Líbano ha respondido generosamente a la llegada de refugiados. A principios de esta semana las autoridades autorizaron que las Fuerzas Armadas Libanesas pudieran ayudar al ACNUR para agilizar el reparto de la ayuda frente al invierno. Desde el miércoles, los esfuerzos están centrados en entregar la ayuda en algunas de las zonas más afectas en el valle de Bekaa. En Turquía, los equipos ACNUR sobre el terreno no pudieron visitar ayer los campos cercanos a Kilis debido a que la nieve bloqueó las carreteras en la región.
Con casi 2,3 millones de refugiados sirios en la región (cifra cinco veces superior a la del año pasado en estas fechas) y 6,5 millones de desplazados internos en Siria, las condiciones invernales generan una gran preocupación a la comunidad humanitaria.
El trabajo de preparación para el invierno tiene como objetivo mejorar los refugios y calefacción, así como proporcionar mantas y ropa. Este trabajo lleva en marcha desde hace varios meses. El primer puente aéreo desde Irak hasta el noreste de Siria, para proporcionar materiales humanitarios adicionales para el invierno destinados a la población desplazada, se iniciará a finales de esta semana, si las condiciones climatológicas lo permiten.