El abuso y maltrato de mujeres es, desgraciadamente, un fenómeno presente en todas las regiones del mundo. En algunos países, donde mafias y pandillas callejeras se imponen a la policía, recurrir a las autoridades no es ni siquiera una opción para las víctimas de la violencia de género.
En ellos, ACNUR trabaja para ayudar a mujeres maltratadas que se ven obligadas a huir de sus países o de sus hogares para poder sobrevivir. Cientos de mujeres maltratadas se encuentran refugiadas en otros países por violencia de género.
Brenda tenía tres hijos con uno de los líderes de las maras en el Triángulo del Norte. Mientras vivía con él fue víctima de amenazas, abusos, violaciones y palizas durante años, pero cuando denunció a la policía lo que le estaba pasando, le dijeron que no podían hacer nada por ella. Él era tan poderoso que las autoridades y policía no se atrevían a actuar para protegerla.
“Te cortaré los pies si alguna vez intentas escapar”, fue una de las últimas amenazas que recibió por parte de su novio. Entonces, supo que tenía que huir del país por su propia seguridad y la de sus hijos. Tras una difícil huida, un viaje lleno de miedo y dificultades, Brenda y su hija mayor, dos mujeres maltratadas por sus parejas, fueron refugiadas en México como refugiadas por violencia de género.
Las mujeres maltratadas por sus parejas y familias en Armenia son una cuarta parte de la población del país. En este territorio, se calcula que el 61% de las mujeres viven bajo un estricto control de sus libertades por parte de su familia que aumenta el número de víctimas de maltrato y muertes a manos de sus parejas.
Allí, los mecanismos legales escasean y la única opción para sobrevivir para mujeres como Zaruhi Petrosyan, quien murió golpeada por su marido y suegra, es huir del país.
El Consejo de la ONU para los Derechos Humanos calcula que 7 de cada 10 mujeres sufrirá maltrato por parte de algún familiar a lo largo de su vida. Unas cifras escalofriantes que ponen en evidencia la necesidad de ayudar a las mujeres maltratadas en este país.
ACNUR trabaja para ayudar a mujeres refugiadas maltratadas que han tenido que huir de sus hogares o países con fundados temores sobre su integridad. Las mujeres o niñas en riesgo de maltrato o violencia de género son asistidos por ACNUR, que proporciona opciones de alojamiento en los casos pertinentes.
Este colectivo sigue siendo a día de hoy especialmente vulnerable en los contextos de emergencia y crisis humanitarias donde el riesgo de ser agredidas sexualmente, maltratadas o secuestradas es mucho mayor que en el caso de los hombres. La persecución por motivos de género nos lleva a trabajar sin descanso para poder seguir ayudando a aquellas mujeres que más lo necesitan.