Desnutrición infantil en Nigeria: 75.000 niños podrían morir de hambre en 2017 Desnutrición infantil en Nigeria: 75.000 niños podrían morir de hambre en 2017

Desnutrición infantil en Nigeria: 75.000 niños podrían morir de hambre en 2017

9 de enero, 2017

Tiempo de lectura: 3 minutos

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ÚLTIMA HORA: ACNUR alerta de que la hambruna en África puede causar muertes masivas en Nigeria, Yemen y Cuerno de África

Desde que hace 2 años se recrudeció el conflicto en Nigeria, Boko Haram ha provocado no sólo miles de muertes, sino también millones de desplazados y refugiados en países vecinos. En el noreste de Nigeria, miles de niños desplazados sufren desnutrición infantil y corren el riesgo de morir de hambre o enfermedades relacionadas. El hambre en África pone en peligro miles de vidas. 

El 10% de los niños del noroeste de Nigeria padece desnutrición infantil

La ONU advierte de que el 10% de los niños refugidos procedentes de los lugares en conflicto en el noreste de Nigeria podría morir de hambre si no recibe ayuda urgente. Los reportes oficiales encuentran casos severos de desnutrición infantil aguda en la región.

La inseguridad causada por los ataques en Nigeria de Boko Haram y la escasa financiación hacen que sea aún más difícil asistir a los afectados. Es el caso de Fátima, una niña de tan sólo 10 meses que aún no ha empezado a gatear a causa de la desnutrición infantil. Según los datos de Naciones Unidas, 75.000 niños podrían morir de hambre el próximo año.

Tras días de huida comiendo sólo las plantas del camino, la desnutrición infantil se agrava

Cientos de refugiados nigerianos ni siquiera han podido ser registradas para recibir ayuda humanitaria. En el área fronteriza de la Región Extremo Norte de Camerún, 27.000 personas viven bajo duras condiciones en lugares aislados e inseguros.

A pesar del intento de ACNUR por ayudar a la población civil, los continuos ataques de Boko Haram en el norte de Nigeria suponen un obstáculo para entregar ayuda regular.

Aunque algunos han encontrado familias de acogida, la mayoría duermen bajo árboles, en refugios provisionales o en suelos sucios y destartalados. Otros, lo hacen en pueblos abandonados por aquellos que huyeron de los ataques de Boko Haram y muchas familias han sido separadas en el cruce de la frontera hacia Camerún. Muchos anhelan la seguridad en el norte de Nigeria para poder volver a casa después de haber vivido en condiciones de hacinamiento y sin privacidad.

El sueño de un campo de refugiados con acceso a agua potable y comida

Kadija, de 19 años, está entre los afortunados: tras 4 días de camino con su hija en la espalda pudo llegar al campo de refugiados de Kousseri en Camerún. Quienes no pudieron lograrlo viven con el miedo de ser devueltos al otro lado de la frontera.

La falta de atención médica y sanitaria o de agua potable es la mayor de sus preocupaciones después de que las infraestructuras hayan sido destruidas o dañadas. Muchas áreas no disponen de los servicios más básicos y en distritos como Fotokol, 25 colegios están cerrados tras los ataques de Boko Haram en Nigeria.

La mayoría de ellos depende de las comunidades locales de acogida. Para ganarse la vida, ayudan a los granjeros locales a cambio de dinero o venden algunos bienes en los mercados semanales.

Los ataques y asesinatos de Boko Haram en Nigeria continúan y hacen difícil el registro de todos los refugiados que viven lejos de los campos o el envío de ayuda humanitaria.

Dentro de Camerún, ACNUR asiste a más de 370.000 refugiados y solicitantes de asilo. Entre ellos, más de 86.000 nigerianos necesitan ayuda para recibir alimentos.

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