El mes de marzo está marcado en el calendario internacional como la fecha del comienzo de la guerra en Siria, pero para millones de civiles sirios es un mes grabado en su memoria con el sonido de los primeros combates y ataques a sus ciudades. Marzo de 2011 es una fecha que los sirios jamás podrán olvidar, puesto que marca el comienzo del fin de sus vidas tal y como las conocían entonces.
En el quinto aniversario de la guerra siria, los datos abruman: unos 13,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir dentro del país (incluyendo 6 millones de niños); 6,6 millones han tenido que desplazarse dentro de Siria -a veces en varias ocasiones-; aproximadamente 2,4 millones de personas no tienen un refugio adecuado bajo el que cobijarse; la pobreza afecta a casi el 80% de las personas que siguen en el país, tratando de sobrevivir en una patria que ya apenas reconocen... Hay otras claves para entender el conflicto en Siria. A todos estos datos hay que sumar los más de 200.000 muertos que ha causado el conflicto y los 4,8 millones de refugiados que han huido del país en busca de seguridad a Jordania, Líbano, Turquía, Irak… e incluso arriesgando su vida para llegar a Europa. Nuevos bombardeos se suceden en Siria en una guerra que ya parece interminable.
¿Cómo ayuda ACNUR a los civiles atrapados en Siria?
Según datos de la OCHA (Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios), unos 4,6 millones de sirios se encuentran en zonas de difícil acceso. Esta cifra incluye a más de 400.000 civiles atrapados en zonas asediadas. El envío de ayuda humanitaria a estas localizaciones no siempre es fácil, pero la dramática situación de los civiles en estos lugares hace más necesario y urgente que nunca el reparto de materiales básicos y alimentos.
A los convoys con ayuda humanitaria que se enviaron el pasado mes de enero a las ciudades de Madaya, Foah y Kefraya se ha sumado recientemente un nuevo convoy para los sirios atrapados en Moadamiyeh. 51 camiones de ACNUR y Unicef cargados de mantas, lonas de plástico y utensilios de higiene, entre otros, entraron en esta ciudad asediada situada a 10 kilómetros de la capital, Damasco.
Además de estos convoys en los que participa ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados mantiene en Siria una operación de ayuda y asistencia a los desplazados por la guerra y a los refugiados de otras nacionalidades que permanecen en el país. Solo en estos últimos meses, la ayuda para el invierno de ACNUR llegó a más de 452.000 personas. En todo 2015, se repartieron más de 9 millones de productos de ayuda humanitaria en toda Siria (esteras, utensilios de cocina, lonas de plástico, mantas térmicas, bidones de agua…..) y se ayudó a unas 61.000 personas vulnerables a mejorar sus refugios.
Es el caso de Mohammed, que huyó hace 3 años de su ciudad, Daraya, para acabar viviendo con su familia en una tienda en Al-Khiarah, en la Campiña de Damasco. Gracias a la ayuda de ACNUR, su refugio ahora está mejor aislado y tiene un aseo y electricidad.
1,2 millones de hogares han quedado dañados por la guerra en Siria y más de 400.000 completamente destruidos. La pérdida de sus casas ha hecho que más de 1,7 millones de personas se encuentren actualmente viviendo en campos para desplazados en Siria gestionados por ACNUR.
Detrás de todas estas cifras se encuentran vidas rotas por la guerra, nombres propios de personas que hasta hace cinco años llevaban una vida normal y que hoy sólo sueñan con recuperar una parte de ella.
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