Casi cinco millones de personas se encuentran aisladas de ayuda humanitaria a causa de la guerra en Siria, que en 2017 cumplirá su sexto aniversario. La lucha, la inseguridad y los pasos restringidos dificultan a las organizaciones humanitarias llegar hasta ellos. Más de dos millones son niños. Ellos, además, corren un mayor riesgo que el resto de población de sufrir desnutrición, diarrea, deshidratación y enfermedades infecciosas.
Ante esta situación, ACNUR ha lanzado junto a otras organizaciones de Naciones Unidas una declaración sobre Siria en la que piden un acceso inmediato, incondicional y seguro a las personas que siguen aisladas de la ayuda humanitaria.
¿Qué está pasando en 2018 en Siria?
En este contexto, hay un total de 15 zonas sitiadas por la guerra en Siria en 2017, lo que significa que hasta 700.000 personas están atrapadas. Una realidad que vuelve a castigar a los más pequeños. Casi 300.000 son niños.
“En toda Siria las personas siguen sufriendo porque carecen de los elementos más básicos para sustentar sus vidas – también debido al riesgo continuo de violencia. Nosotros, -en efecto, el mundo-, no debemos permanecer en silencio mientras las partes en conflicto continúan usando la negación de alimento, de agua, de suministros médicos y de otras formas de ayuda, como armas de guerra”, declaran las diferentes organizaciones en su declaración.
En términos generales, esta guerra mantiene actualmente a más de 11 millones de personas fuera de sus hogares: 6,3 millones de desplazados dentro de Siria y 4,8 millones de refugiados en otros países.
ACNUR ha hecho esta declaración junto al Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Puedes leer la declaración completa aquí.
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