Según un estudio de la Asociación Española de Fundraising, entre los mayores de 18 años, el 24% son socios de una ONG o donaron puntualmente en 2016. Un porcentaje que ha subido en los últimos años, aunque no al ritmo en el que conflictos activos han llevado a un momento en el que se vive la peor crisis de desplazamientos desde la II Guerra Mundial.
En el caso de los fondos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, cada año muchos de los conflictos más olvidados terminan con menos del 50% del dinero recaudado. Eso se traduce en recortes de ayuda tan esencial como son las raciones de comida, que en países como Sudán del Sur no llegan ni a una al día.
Ser socio de una ONG es una decisión personal que indica un compromiso con una causa concreta.
La ONG Comité español de ACNUR es la encargada en España de llevar financiación a la Agencia de la ONU para los Refugiados a nivel mundial. Millones de personas que han tenido que huir de sus hogares a causa de guerras, conflictos armados, persecuciones étnicas o religiosas, por motivos de orientación sexual (como colectivos LGTB perseguidos en algunos países), mujeres que huyen de la trata, de la ablación, del matrimonio forzoso o de otras violaciones de los derechos humanos, se ven amparadas por ACNUR.
Cada año, miles de personas comprometidas con el envío de ayuda a los refugiados de todo el mundo hacen posible que a cientos de kilómetros sea posible construir un futuro para quienes lo han perdido todo.
Mientras una donación puntual de 100 € puede ayudar a llevar camiones cisterna para abastecer de agua a una familia durante 20 días, una cuota de socio a la ONG del Comité español de ACNUR de 17 € al mes supone que en 2 años se tendrá la financiación suficiente para crear un pozo o punto de agua que proporcione agua potable a 20 personas durante años.
Cuando todo el material de ayuda humanitaria es necesario (hablamos de comida, agua, tiendas, mantas y abrigos, atención médica…), tener que hacer recortes en la ayuda que se entrega es una de las decisiones más difíciles a las que se enfrentan los trabajadores humanitarios.
Saber la cuantía de dinero de la que se dispone a largo plazo es lo que hace posible maximizar la eficiencia de la ayuda entregada y así llegar al máximo número de personas en necesidad lo antes posible.
Cuando estalla una emergencia, es necesario enviar de inmediato material de ayuda humanitaria, antes incluso de que salte la noticia en los medios de comunicación.
Gracias a la logística internacional, ACNUR es capaz de entregar ayuda a más de medio millón de personas en menos de 72 horas.
Pero hacer esto realidad supone tener un excedente que está apoyado por la financiación regular de socios de ONG como la del Comité español de ACNUR.