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Las minas antipersona suponen un peligro diario para los refugiados que huyen de sus hogares. Cuando la violencia y el terror te persigue, el tiempo escasea para observar el pró...
El 21 de octubre Alicante 2017, Puerto de Salida de la Vuelta al Mundo a Vela, ha organizado una jornada solidaria en torno a las actividades de la Volvo Ocean Race en...
El impacto multiplicado de los regalos empresariales.
45 países de todo el mundo tienen una mayoría de población musulmana. Sin embargo, entre ellos existen algunos considerados “estados laicos” en los que existe una separación...
El Ayuntamiento de Tarragona ha concedido una subvención de 40.000€ al proyecto de “Asistencia básica para población refugiada siria en Jordania”, en concepto de acción humanitaria en...
El aumento de personas que huyen de Myanmar hasta el país vecino ha convertido a la crisis de los rohingya en la que más rápido crece a...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
En el norte de Irak, miles de personas de las comunidades predominantemente cristianas en Qaraqosh (conocida también como Hamdaniya), han huido de sus hogares desde el pasado miércoles por la tarde después de que la violencia se aproximara a su comunidad. Los desplazados dicen que los morteros han impactado cerca de Qaraqosh, lo que ha motivado este éxodo. Qaraqosh es una histórica ciudad asiria de 50.000 habitantes situada a unos 30 kilómetros al sureste de Mosul, la segunda mayor ciudad de Irak, donde los grupos armados opositores tomaron el control hace dos semanas. Cerca de 10.000 personas huyeron en autobús, coches y taxis hacia el Kurdistán iraquí el pasado miércoles, según dicen los líderes de la comunidad. Muchos son mujeres y niños que ahora están alojados con familias o en escuelas/centros comunitarios, la mayoría en Irbil. ACNUR ha distribuido edredones, esteras, lonas de plástico y paquetes de higiene en escuelas y centros comunitarios. Cerca de 300.000 iraquíes procedentes de Mosul y otros lugares se encuentran en la región del Kurdistán, lo cual genera aún más presión en la zona, sobre todo en el alojamiento y el combustible. En una escuela que visitó ACNUR hay 700 personas que no tienen acceso a duchas ni aire acondicionado, superando los 40 grados durante el día. Las ONG locales e internacionales les han facilitado alimentos hasta ahora pero están preocupados por la falta de atención médica.
Sameh tenía 3 años cuando descubrieron que tenía un tumor cerebral. En Siria, recibía un tratamiento pero ahora en Jordania, como refugiado, es más complicado y ACNUR le está ayudando. Más info en eacnur.org.
En el campo de refugiados de Zaatari, cerca de la frontera siria en el norte de Jordania, un bullicioso mercado con barberías, tiendas de móviles, panaderías, y mucho más sirve a una población de cerca de 100.000 refugiados. Lo que empezó como unas pocas tiendas de ropa de segunda mano se ha convertido en un “centro comercial” de casi 3.000 tiendas diseminadas a lo largo del campo. Para los residentes del campo, pasear por sus “Campos Elíseos”, como así llaman a la avenida principal, es un entretenimiento, en la que se pueden encontrar negocios de lavandería, mascotas, pollos asados, ropa interior e incluso vestidos de novia, entre otros. Un trabajador de ACNUR que frecuentemente visita el campo dice que todas las tiendas son ilegales pero toleradas, y que el comercio ha traído el beneficio de crear puestos de trabajo así como un campo más dinámico. Los residentes gastan cerca de 12 millones de dólares en compras en el campo al mes. “Antes, era muy difícil, pero las cosas están avanzando y la gente está mejorando sus negocios”, dice Hamza, el co-propietario de la tienda de frutos secos Zoby. El fotógrafo Shawn Baldwin visitó el campo recientemente para capturar su floreciente espíritu empresarial. 1. El refugiado sirio Abdul fuera de su tienda en Zaatari. A pesar de que los productos que muestra incluyen relojes, perfumes y desodorantes, su negocio principal es el oro y él asegura que más de 100 personas al día le visitan para vender sus objetos personales. Él y su familia huyeron de la violencia en Siria en abril de 2011 2. Una refugiada siria pasea con sus compras en los “Campos Elíseos”, la principal calle comercial del campo de Zaatari. En los dos últimos años, el campo ha pasado de tener 100 familias refugiadas a ser la quinta mayor ciudad de Jordania con una población de cerca de 100.000 residentes. 3. Vestidos de novia colgados en Hala Fashion, una tienda de ropa de mujeres en la principal calle del campo. La tienda vende pantalones, tops, camisas, ropa interior, y alquila vestidos de novia por 35 dólares al día. El dueño, Yusuf, de 22 años, huyó de Siria cuando perdió a sus amigos y familiares y dice que ahora que hay más competencia en el campo sus ventas se están ralentizando. 4. Zakaria, de 43 años, posa con una bandeja de mini pizzas de la pastelería Salam (Paz). Su famoso negocio emplea a cinco trabajadores refugiados y ofrece sándwiches, cruasanes y samosas, así como platos de carne, cebollas, especias y pan. Zakaria, que ha sido pastelero desde hace 30 años, huyó de Siria en noviembre de 2012. 5. Dos niñas refugiadas sirias se ven reflejadas en un espejo frente a un negocio en Zaatari. Lo que empezó como unas pocas tiendas de segunda mano se ha convertido en un bullicioso centro comercial con más de 3.000 negocios. 6. Mohammed, de 31 años, vende zumo de tamarindo en los “Campos Elíseos”. Mohammed es un obrero de Siria que solía servir zumo a su familia y amigos durante Ramadán. Ahora lo hace para alimentar a su familia. “A la gente no le gustan ni el polvo ni el clima, y beben más cuando hace calor”, asegura. 7. Refugiados sirios llevan a niños en carretillas en frente de tiendas de electrónica, zapatillas, zumo y pañales en los “Campos Elíseos”. Miles de residentes pasean a lo largo de esta calle desde primera hora de la mañana. 8. Ahmed, a la izquierda y de 19 años, trabaja con Abdullah, de 14, en una tienda de móviles. Ahmed huyó de su pueblo, Sawara, por los constantes bombardeos en Siria y ahora trabaja 7 días a la semana descargando aplicaciones para sus clientes. Un buen día de trabajo lleva a casa 6 dólares. 9. Osama, de 31 años, a la izquierda, trabaja en un taller textil. Según su dueño, Maher, la tienda lleva abierta 3 meses. “En vez de sentarme y no hacer nada, abrí la tienda”, afirma. Sus tres empleados cosen colchas, cortinas y cojines. 10. Hamza, un refugiado de 43 años de Dara’a, está tras el mostrador de su tienda de frutos secos Zoby. Huyó de Siria cuando los bombardeos comenzaron a ser más frecuentes. “Tengo un bebé y una niña de 5 años”, dice. “Cada vez que un avión volaba sobre nosotros el bebé empezaba a temblar. Para mí esta situación era muy difícil”. 11. Un refugiado observa los productos que hay en el supermercado Qasim. Propiedad de Qasim Muqdad, de 30 años, la tienda está compuesta de 8 casas prefabricadas unidas por un suelo de cemento. Qasim anteriormente poseía supermercados en Kuwait y Siria, y ahora dice que recibe a cerca de 500-1.000 clientes al día. 12. Zapatos en línea en las estanterías de una tienda del campo. Según Ahmed, su dueño, cerca de 20 clientes entran para comprar zapatos todos los días y recibe cerca de 150 pares de zapatos a la semana de un proveedor de Irbid. Su mejor clienta es su mujer. 13. Musa, de 25 años, corta y peina en una barbería. Peluquero desde hace cinco años, ha trabajado aquí durante los últimos 8 meses, pero la competencia es muy dura. Mohammed, de 27 años, que tiene una barbería cerca, está de acuerdo. “Ya hay cerca de 100 barberías en Zaatari”, asegura. 14. Yusef conecta un cable al tendido eléctrico en los “Campos Elíseos”. Yusef, que era electricista en Siria, conecta desde 1 a 5 casa y tiendas todos los días en el campo, cobrando a cada cliente 5 dólares por el servicio. “Mi sueño es volver algún día a Siria”, afirma. 15. Mohammed Rafaie, de 30 años, sirve shawarmas de pollo a un cliente en su tienda. Ha trabajado aquí los últimos 3 meses y dice que vende cerca de 500 comidas al día que cuestan 1-1,50 dólares. 16. Mohammed Salamat, de 12 años y en el centro, hace pan en la tienda de su padre con otros chicos. Mohammed, cuyo padre huyó de Siria por la pobreza y el conflicto, no va al colegio porque dice que no tiene tiempo. Cuatro chicos trabajan en la tienda 3-4 horas al día y hacen 3 tipos de pan.