Desde que el actual presidente de Burundi, Pierre Nkunziza, anunciase que se presentaría a unas terceras elecciones, un intento de golpe de estado y oleadas de violencia han provocado...
“Podrán quitarte tu hogar, pero nunca podrán quitarte la educación” ACNUR recibía el galardón a la “Trayectoria en beneficio de colectivos vulnerables” de la mano...
Aunque el acceso a internet comenzó siendo un lujo, poco a poco se ha convertido en una herramienta imprescindible. Mientras en países desarrollados la posibilidad de conexión wifi...
Vivir en Canadá era tan sólo un sueño hace unos meses para los 25.000 refugiados que fueron reasentados en el país en 2016. A miles de kilómetros de...
Desde 2011, la guerra en Siria expulsa a miles de personas de sus casas, pero no fue hasta 2015 cuando las noticias del Mediterráneo empezaron a copar los titulares con la...
El asilo es de todos: movimientos forzosos de población y solidaridad internacional es un proyecto financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), que...
54 países, más de 30 millones de kilómetros cuadrados y 1.000 millones de personas componen este inmenso continente. A pesar de su riqueza natural, es en los países de Á...
La ablación o mutilación genital femenina es, desgraciadamente, una práctica que todavía sigue vigente en algunos países y culturas. Para luchar contra ello, el dí...
Volver a Empezar es el primer podcast del Comité Español de ACNUR, conducido y presentado por Molo Cebrián, creador de Entiende Tu Mente o Saliendo Del Círculo.
En esta nueva temporada de Volver a Empezar hablamos con mujeres que se han visto desplazadas por la fuerza, pero que no se dejan definir por estas circunstancias. Son mujeres incansables, que día a día superan la adversidad y la desigualdad y que además luchan por aquello en lo que creen: una vida digna para todas, para poder vivir en paz. Casi 60 millones de mujeres y niñas están desplazadas en todo el mundo, a ellas les dedicamos la novena temporada del Podcast del Comité español de ACNUR.
En la Temporada 8 de "Volver a empezar", el podcast del Comité español de ACNUR, nos preguntamos: ¿Puede el deporte convertirse en refugio? Para responder a esta pregunta hemos hablado con varias personas refugiadas que han tenido que huir de sus hogares, dejar su país y comenzar de cero en España. Personas a las que el deporte les ha salvado la vida. ¿Y cómo es posible esto? En muchas ocasiones lo es gracias a organizaciones, fundaciones y asociaciones que apuestan por el deporte como herramienta integradora de las personas refugiadas. Y es que el deporte integra, empodera, une, ayuda y puede convertirse en hogar, especialmente cuando el tuyo ha quedado muy lejos.
¿Te imaginas tener que abandonar tu país y empezar de cero para poder salvar tu vida? El protagonista de esta temporada tuvo que hacerlo: le llamaremos Juan. Por motivos de protección, prefiere no decir su nombre, ni de dónde viene, pero sí puede contarnos cómo ha logrado comenzar una nueva vida en un pequeño pueblo de la llamada España rural, ayudando a combatir el despoblamiento. Allí, donde muchos otros no quieren ir, Juan está construyendo un hogar seguro junto a su familia. Acompáñanos a conocer su historia en la séptima temporada del podcast del Comité español de ACNUR.
El cambio climático ha llegado para quedarse y marcar nuestro presente y nuestro futuro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué consecuencias tiene y cómo podemos luchar ante su avance? ¿Cómo afecta a las personas más vulnerables del planeta? En la temporada 6 de "Volver a empezar" resolvemos estas preguntas sobre el cambio climático hablando con expertos en el tema. Te esperamos.
Como no podía ser de otra manera, dedicamos la Temporada 5 de Volver a empezar a Ucrania. Queremos conocer de cerca cómo se vive en un país en guerra, cómo es huir de este conflicto y comenzar de cero en un lugar nuevo. Pero también vamos a mostrar qué labor está realizando Acnur en esta situación y cómo podemos ayudar cada uno de nosotros. Te esperamos.
Esta es la historia de una persona que gracias al boxeo tuvo una segunda oportunidad. No solo ella, sino también toda su familia.
Ella es Sadaf. Mujer, boxeadora, refugiada, valiente y luchadora. Nació en Afganistán, uno de los peores países del mundo para nacer mujer. Si quieres conocer su historia, ¡dale al play! y si te emociona tanto como a nosotros, comparte este podcast.
La tercera temporada de Volver a Empezar tiene nombre propio: Sergio Chekaloff. Una persona que ha pasado 74 años buscando el reconocimiento de una nacionalidad.
Su historia es la de millones de personas en todo el mundo que carecen de derechos políticos, jurídicos y sociales por el hecho de no ser considerados ciudadanos. Son apátridas.
En esta segunda temporada de Volver a Empezar conoceremos a Sergio, Gleici y Cristian. Ellos se vieron obligadas a abandonar sus países y que al llegar a España se toparon con una situación excepcional por la pandemia de COVID-19. A pesar de sus dificultades personales, y aún a riesgo de contagiarse, volvieron a armarse de valor para ayudar a quienes más lo necesitaban.
Befriending es la primera temporada de Volver a Empezar. En ella conoceremos la historia de tres mujeres valientes. Dos de ellas lo dejaron todo atrás en sus países para volver a empezar. Una vez en España, forjaron una amistad que les ha ayudado a salir adelante en el día a día.
Junto con las autoridades de Sudán del Sur, ACNUR ha acordado ubicar el nuevo campo en Ajuong, un área boscosa con un buen terreno, recursos acuíferos y mucho espacio. Ajuong está ubicado en la frontera con el condado de Pariang. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha recibido garantías por parte de las autoridades locales de que la zona es segura. Además de Ajuong, que podría llegar a albergar a unos 20.000 refugiados, ACNUR está planeando abrir otros campos en el estado de Unity, en el norte de Sudán del Sur. Estos nuevos campos llegarían acoger a unos 110.000 refugiados. Actualmente, el campo de Yida, acoge a 61.000 personas, principalmente de Kordofán del Sur, con un 70% de ellos menores de 18 años. Se trata del mayor asentamiento de refugiados en Sudán del Sur. Sin embargo, este campo tiene graves problemas, en gran parte debido a que se queda completamente aislado durante los seis meses que dura la temporada de lluvias, lo cual plantea graves riesgos para la higiene y la salud. El año pasado el Programa Mundial de Alimentos envió por aire 2.500 toneladas de alimentos con un alto coste, mientras que ACNUR envió por puente aéreo miles de toneladas de materiales básicos de ayuda humanitaria como cubos, lonas de plástico y medicinas. La proximidad de Yida a una zona fronteriza disputada con Sudán también conlleva problemas de seguridad, lo que eleva las preocupaciones por el bienestar de los refugiados y el carácter civil del asentamiento. Actualmente unos 300 refugiados están llegando cada día a Sudán del Sur. Si la situación continua así, es posible que a lo largo de los próximos cinco o seis meses que dura la estación seca, lleguen unas 60.000 personas. Sudán del Sur acoge ya a más de 200.000 refugiados sudaneses.
Menos de un mes después de que se presentara el Plan de Respuesta Regional para los Refugiados Sirios para 2013, ACNUR y sus socios ya han iniciado los ambiciosos programas de registro, trabajo de campo y asistencia económica previstos en este Plan presupuestado en 1.100 millones de dólares. Sin embargo, hasta ahora la Agencia sólo ha recibido el 18% de los fondos que necesita, por lo que a menos que se reciban contribuciones rápidamente, miles de sirios vulnerables no se beneficiarán de la asistencia que tanto necesitan. ¿Qué está haciendo ACNUR? - Líbano En el Líbano, ACNUR registra a una media de 1.500 refugiados cada día en sus cuatro centros de registro de todo el país y está aumentando la capacidad de respuesta. El pasado miércoles, las cifras de registros llegaron a casi 1.800 personas, la cifra más alta de registros desde que comenzó el plan de respuesta a esta emergencia. Para hacer frente a las crecientes necesidades, ACNUR ha establecido un nuevo centro de registro en el valle de Bekaa y prepara la apertura de un centro en los próximos meses en Tyre. La Agencia también ha identificado un terreno para ampliar el registro en Beirut, con lo que se pretende reducir el tiempo de espera, que actualmente alcanzan una media de dos meses. Además, en el marco de su plan de contingencia, ACNUR está trabajando con las autoridades libanesas para identificar dos centros de tránsito en los que acomodar a los refugiados temporalmente hasta que se les encuentre un alojamiento adecuado. El objetivo es garantizar que los refugiados recién llegados estén a salvo y protegidos del frío. Tras la exitosa implementación de un proyecto piloto de asistencia económica en efectivo en el norte del Líbano para 200 familias, ACNUR está planeando ampliar este programa a 18.000 beneficiarios antes de junio. Las familias necesitadas recibirán de media 240 dólares al mes para ayudarles a hacer frente al alquiler y gastos básicos. Esta ayuda aumentará las posibilidades de los refugiados de encontrar alojamiento y comprar en el mercado líbanés la ropa de abrigo y utensilios de cocina y otros artículos para el hogar que tanto necesitan, con lo que estarán además contribuyendo a la economía local libanesa. - Jordania Hoy comenzará en Jordania un programa de registro acelerado con el que se pretende inscribir hasta 1.400 refugiados sirios al día en el centro de registro de Amman. Esta cifra aumentará aún más una vez que el centro de registro de Irbid, en el norte de Jordania, esté operativo. Dos equipos trabajan de 7 de la mañana a 9 de la noche, 6 días a la semana, con el objetivo de tramitar 50.000 citas para finales de febrero. El campo de Za'atri ha experimentado un masivo incremento de llegadas, ya que 8.821 refugiados sirios han cruzado la frontera en los últimos cinco días. Los refugiados llegan por la noche y hasta bien entrado el día, lo que ha supuesto una notable diferencia con respecto a las tendencias previas, cuando la mayoría llegaban de noche. ACNUR estima que 21.000 personas con necesidades de protección han cruzado a Jordania desde el 1 de enero, mostrando estos recién llegado una desesperación cada vez mayor por llegar a un lugar seguro. Unas 7.700 familias (30.000 personas) en Jordania se están beneficiando en estos momentos del programa de apoyo económico, lo que supone un 60% más que en noviembre. Sin embargo, debido a la escasez de fondos, ACNUR no ha podido atender a las 8.523 familias que han sido identificadas para ser beneficiarias de la ayuda este mes. Con el 80% de los refugiados sirios viviendo en comunidades urbanas, la ayuda económica en efectivo ha sido fundamental para que las familias más vulnerables pudieran cubrir sus necesidades básicas, como el pago del alquiler. En función de su tamaño, las familias reciben mensualmente entre 50 y 120 dinares jordanos (entre 70 y 170$). Además, para ayudarles a hacer frente al clima invernal, las familias han recibido una ayuda económica adicional para la compra de combustible, ropa de invierno y mantas. El Alto Comisionado también ha ampliado su trabajo de campo con los refugiados sirios, con cerca de 11.000 visitas a hogares llevadas a cabo por parte de los equipos de trabajo de ACNUR en el terreno y del personal de International Relief and Development en Jordania desde abril del año pasado. Estas visitas han permitio al ACNUR tener acceso a los más vulnerables, como los refugiados mayores con necesidades médicas y las mujeres cabeza de familia. El personal de ACNUR, las ONG y los trabajadores de alcance comunitario han detectado un significativo aumento de las necesidades de los refugiados urbanos durante los últimos dos meses, dado que la situación de desplazamiento se ha prolongado y a las personas les resulta cada vez más complicado el poder ayudar a sus familiares. Muchos refugiados están viviendo en refugios con techos mal aislados y en estudios en sótanos. No es extraño encontrar a varias familias viviendo hacinadas en pequeños apartamentos. Muchos están sobreviviendo gracias a la generosidad de sus vecinos jordanos, quienes además cuentan con escasos recursos. El Gobierno de Jordania estima que más de 300.000 sirios han entrado en el país en los últimos 22 meses, de los cuales 245.000 se alojan en comunidades de acogida. Esto ha generado un notable impacto en las infraestructuras locales, especialmente en los servicios de asistencia sanitaria y educación. - Irak Más de la mitad de los 73.150 sirios registrados como refugiados están viviendo en campos de refugiados, y el 35% en áreas urbanas. ACNUR, en colaboración con el Gobierno de Irak, el Gobierno Regional Kurdo, otras agencias de la ONU y sus socios implementadores, ha respondido a la amenaza del invierno incrementando la distribución de lonas plastificadas, colchonetas, queroseno, estufas, calefactores, mantas de lana y edredones. Otras iniciativas incluyen la sustitución de las tiendas de campaña ligeras por tiendas familiares más resistentes y duraderas. ACNUR y sus socios continuarán trabajando para aumentar la asistencia de los niños refugiados sirios a la escuela. El frío ha impedido a algunos niños acudir a la escuela. En Al Qaim, ACNUR y UNICEF han reemplazado las escuelas instaladas en tiendas de campaña por aulas prefabricadas, mientras que en Domiz ACNUR y las organizaciones privadas están construyendo escuelas para reemplazar las tiendas de campaña que están sirviendo de escuelas. ACNUR también está reforzando la asistencia a los refugiados urbanos altamente vulnerables que viven en condiciones precarias en Al Qaim, Erbil, Dohuk, y Sulaymaniah. En Irak, las mujeres y los niños constituyen aproximadamente el 52 por ciento de la población refugiada siria. La mayoría de los sirios que llegan al norte de Irak proceden de Hassake (65 por ciento), Damasco (15 por ciento) y Alepo (14 por ciento). En Al Qaim, la mayoría de los refugiados proceden de Deir Ez Zor y en otras ciudades cercanas al punto fronterizo de Al Qaim. - Turquía Según el Gobierno turco, en la actualidad hay 156.801 refugiados alojados en 15 campamentos en siete provincias. Esto incluye dos campos con módulos prefabricados y 13 campamentos de tiendas de campaña. El gobierno turco provee servicios sanitarios y educativos gratuitos a los refugiados sirios. Desde el inicio de la crisis en marzo de 2011, el gobierno ha registrado más de 606.000 visitas a las clínicas de salud por parte de refugiados sirios. Por otra parte, 24.431 niños sirios reciben educación, desde preescolar hasta el nivel universitario. Además, 5.551 refugiados sirios están asistiendo a cursos de formación profesional y clases de lengua turca. También se necesitan tiendas de campaña en Turquía, donde ACNUR ha proporcionado 18.500 tiendas adaptadas para el invierno a la Media Luna Roja Turca. Estas tiendas de campaña, así como calefactores eléctricos, lonas y láminas de plástico, ropa de abrigo y mantas térmicas, han sido distribuidas por la Presidencia para la Gestión de Desastres y Situaciones de Emergencia del Primer Ministro (AFAD) y la Media Luna Roja Turca.
Hasta el jueves pasado, el desplazamiento entre fronteras había experimentado un incremento con 2.744 refugiados malienses llegados a los países vecinos desde que el 10 de enero comenzaran los combates y la ofensiva aérea. De estos nuevos refugiados, 1.411 se encuentran en Mauritania, mientras Burkina Faso ha recibido a 848 y Níger 485. Sumando estas cifras y las de los malienses desplazados desde que comenzó la crisis en Malí hace un año, en estos momentos hay 147.000 refugiados malienses en los países vecinos (55.221 en Mauritania, 52.875 en Níger, 38.776 en Burkina Faso, unos 1.500 en Argelia, 26 en Guinea y 20 en Togo). Al mismo tiempo, cerca de 229.000 personas están ahora desplazadas dentro de Malí, según datos de la Comisión sobre Movimientos de Población, incluyendo a unos 8.700 que han huido del norte hacia áreas más seguras, principalmente a la capital, Bamako. En Burkina Faso, un equipo de ACNUR visitó el miércoles el punto de entrada de Inabao, en la región del Sahel y a pocos kilómetros de la frontera con Malí, pudo comprobar que unos 265 refugiados malienses habían cruzado la frontera en los últimos días desde las ciudades de Intahaka, N’Tillit y Dorage, y también de los alrededores de Gao, al norte de Malí. Los refugiados contaban que habían huido a causa de la reciente intervención militar, el miedo de la estricta aplicación de la sharia y la falta de medios de subsistencia. Explicaban también que habían sido testigos de ejecuciones y amputaciones, y mencionaron que se ofrecen grandes cantidades de dinero a los civiles para que se unan a la lucha contra el ejército de Malí y sus aliados. Según los testimonios de los refugiados, hay niños entre los combatientes rebeldes. Asimismo han contando que algunos miembros de sus familias han desaparecido. Los refugiados están llegando a Burkina Faso en transporte público, pagando el equivalente a 50 dólares por el viaje, lo que para muchos supone meses de ahorro. Los recién llegados son en su mayoría mujeres y niños de etnia tuareg. Explican que hay más gente, incluidos sus esposos y padres, que se encuentran de camino a Burkina Faso, mediante burros o transporte local, y que muchos traen consigo su ganado. A pesar de la continua inseguridad en el norte de Malí durante los últimos meses, comentan que la gente ha retrasado su huida del país para que los hombres pudieran hacerse cargo de sus negocios y animales. Los refugiados recién llegados a Burkina Faso están sido trasladados hacia el interior del país, al campo de Goudebou, para garantizar su seguridad evitando la proximidad a la frontera. Por la misma razón, ACNUR prosigue el traslado de refugiados desde los campamentos y asentamientos de Ferrerio y Gandafabou. Estas personas están siendo transferidas a campamentos situados cerca de las ciudades de Dori y Djibo y al día de hoy ACNUR ha reubicado ya a 4.169 malienses en 14. Todavía falta por trasladar a unos 6.000 refugiados. En Níger, los refugiados que huyeron de sus hogares el año pasado y que han encontrado cobijo en campamentos gestionados por ACNUR, que trabaja codo a codo con sus socios operativos, cuentan que están preocupados por los miembros de su familia que se han quedado en el norte de Malí, en zonas como Menaka, Anderamboukane y Ansongo. La mayoría de las nuevas llegadas han tenido lugar en los campos de Mangaize y Tabareybarey, así como en las áreas de Banibangou y Tillia. Los refugiados comentan que la gente en zonas de conflicto está teniendo dificultades para escapar por la falta de transporte. Los camioneros tienen miedo de ser confundidos por los aviones militares como grupos rebeldes desplazándose desde Malí a Níger. Los refugiados dicen que, como muchos confían en que la nueva intervención militar sea breve, algunos deciden quedarse en lugar de huir. Mientras tanto, ACNUR continua proporcionando ayuda a los 52.875 refugiados en campamentos y asentamientos en las áreas de Mangaize, Banibangou, Ayoroy, Abala y Tillia.