Después de la COP26: la crisis climática es humanitaria Después de la COP26: la crisis climática es humanitaria

Después de la COP26: la crisis climática es humanitaria

La crisis climática ya es un hecho que debemos enfrentar, no solo una amenaza. Por eso la Cumbre del Clima COP26, celebrada en Glasgow, puso hincapié en la necesidad...

23 de diciembre, 2021

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La crisis climática ya es un hecho que debemos enfrentar, no solo una amenaza. Por eso la Cumbre del Clima COP26, celebrada en Glasgow, puso hincapié en la necesidad de actuar con total celeridad, antes de que las consecuencias del calentamiento global sean irreversibles. “Las personas desplazadas y las comunidades de acogida necesitan ayuda de manera urgente para afrontar el aumento de fenómenos meteorológicos extremos”, dice Andrew Harper, Asesor Especial sobre Acción Climática de ACNUR.

La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) tuvo como objetivos principales poner en acción dos acuerdos pactados por los principales gobiernos del mundo: los objetivos del Acuerdo de París y de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Y se destacó, además, un pedido generalizado de aumento en los apoyos y las acciones para abordar con urgencia los problemas de desplazamientos derivados de la emergencia climática. Porque la crisis climática es una crisis humanitaria y los países más pobres del mundo son los que más sufren esta emergencia con la consecuente falta de recursos, sequías y aumento de tensiones para acceder a los alimentos básicos.

“El desplazamiento forzado es una de las consecuencias más devastadoras del cambio climático y pone de manifiesto las enormes desigualdades que existen en el mundo”, dice Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. En 2020, 30,7 millones de personas habían abandonado sus hogares por diferentes desastres naturales: ciclones, sequías, huracanes, lluvias torrenciales y otros fenómenos meteorológicos. Y muchas de estas personas ya estaban huyendo de guerras y conflictos en sus respectivos países, por lo que la emergencia climática es un factor que también multiplica las amenazas para la población más vulnerable del mundo.

En Afganistán, las sequías persistentes han agravado la situación de los más de 3,5 millones de desplazados internos en un país que lleva 40 años sufriendo la violencia. La insurgencia en Mozambique ha obligado a 730.000 personas a huir, mientras todavía se siente el impacto de la devastación de varios ciclones. Y los casos continúan con el aumento de temperaturas en Sahel o la deforestación en Bangladesh.

ACNUR ante la COP26

Cada año, 108 millones de personas necesitan de ayuda humanitaria como consecuencia del impacto generado por el cambio climático. De manera que el Comité español de ACNUR lanzó una campaña de firmas que tuvo como objetivo generar conciencia mundial sobre el coste humano del cambio climático, sobre todo en aquellas personas que ya se habían visto obligadas a huir y teniendo en cuenta que se trata de una amenaza para los 82,4 millones de refugiados y desplazados que existen actualmente en todo el mundo.

Con el apoyo de los socios de los comités nacionales de ACNUR en Argentina y Estados Unidos, el Comité español de ACNUR consiguió más de 800.000 firmas para pedir a los gobiernos que actúen y tomen medidas urgentes y contundentes para luchar contra la crisis climática. Fue el Presidente de Honor del Comité español de ACNUR, Antonio Garrigues Walker, quien hizo entrega de todas las firmas obtenidas al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, quien se comprometió a entregarlas al Secretario General de la ONU, António Guterres. De las 800.000 firmas, más de 516.000 fueron recogidas en España y, el resto, obtenidas en Argentina y Estados Unidos.

Se cree que, si no se actúa rápido y con una decisión contundente para frenar los efectos del cambio climático, en 2050 serán 200 millones de personas las que necesiten de ayuda humanitaria para sobrevivir. Y según la ONU, no existe país en el planeta que no haya sufrido, en mayor o menor medida, los efectos del cambio climático: los 30,7 millones de desplazamientos por causas climáticas y desastres naturales de 2020 afectaron a 149 países. De manera que las medidas que deben tomar los países deben ser urgentes y contundentes, porque si bien la crisis climática nos afecta a todos, las personas refugiadas y desplazadas son las que más sufren. Y el impacto es mayor en las regiones con menos recursos.

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