La guerra es uno de los principales motivos de desplazamientos forzosos en el mundo. Sin embargo, no todas las personas que abandonan su lugar de origen o residencia reciben idé...
La guerra es uno de los principales motivos de desplazamientos forzosos en el mundo. Sin embargo, no todas las personas que abandonan su lugar de origen o residencia reciben idéntica consideración. Su condición de desplazados es la misma, sí, pero las circunstancias obligan a a introducir ciertos matices.
Es lo que ocurre con los términos refugiado y desplazado, que, aunque parezcan designar realidades similares, tienen diferencias importantes en el terreno práctico.
Un refugiado es, como ya hemos visto en otras ocasiones, aquella persona que debe abandonar su lugar de origen o residencia por culpa de la guerra o que es perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad u orientación sexual, entre otros. En su huida, deja atrás todo lo que tiene y cruza las fronteras de su país, asentándose generalmente en regiones fronterizas.
En Siria, por ejemplo, los casi 5 millones de refugiados que han abandonado sus casas desde el inicio del conflicto, en el año 2011, han buscado acogida en países de la zona, como Turquía, Jordania, Líbano, Irak, Egipto e incluso Grecia.
Eso no quiere decir que no existan desplazados internos, es decir, familias que se han visto obligadas a dejarlo todo, pero que aún no han cruzado las fronteras sirias. En estos casos hablamos de desplazados forzosos internos, que actualmente ya son 6,6 millones.
Te dejamos con la historia de unos niños desplazados que se refugian en un orfanato de Siria. Este hospital abandonado en Siria se ha convertido en un refugio para decenas de niños huérfanos víctimas de la guerra que asola el país:
A los refugiados les asiste la Convención del Estatuto de los Refugiados de 1951, en el cual se fijaron las connotaciones del término y los derechos que tienen estas personas sin distinción de raza, sexo, nacionalidad o religión.
Este Estatuto estaba basado en la Declaración de los Derechos Humanos, que se aprobó en el Consejo de las Naciones Unidas en diciembre de 1948.
No obstante, los desplazados forzosos no tienen un documento o instrumento jurídico similar que describa su condición y fije las directrices para su asistencia y acogida en situaciones de guerra. Sí les asiste, como a cualquier otra persona que huya de un conflicto armado, el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
El Derecho Internacional Humanitario es un conjunto de normas que, basándose en razones humanitarias, mitigan los efectos de un conflicto armado con el propósito de mantener a la población civil al margen de las acciones bélicas. O dicho en otros términos, establece límites a las guerras.
Estas normas, que están contempladas en los Convenios de Ginebra de 1949, solo se aplican en situaciones de conflictos armados, los cuales se clasifican en dos categorías: conflictos internos y conflictos internacionales. Colombia es un ejemplo de los primeros; la II Guerra Mundial, de los segundos.
La protección que contempla el Derecho Internacional Humanitario se materializa en acciones concretas como las siguientes:
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