Muchas de las guerras que hemos presenciado en el último medio siglo han estado asociadas a otra circunstancia que agrava sus efectos sociales: la hambruna, es decir, aquella situación...
Muchas de las guerras que hemos presenciado en el último medio siglo han estado asociadas a otra circunstancia que agrava sus efectos sociales: la hambruna, es decir, aquella situación en la que una comunidad, país o región no puede acceder a una dieta básica para su supervivencia.
Esta dificultad es consecuencia muchas veces de los conflictos armados, cuyos bandos en conflicto se disputan el dominio de territorios concretos e impiden la libre circulación de víveres, alimentos y otros productos y objetos de primera necesidad.
La escasez de alimentos no solo se refleja en la desnutrición de las personas que sufren una situación así, sino también en la aparición de enfermedades, epidemias y, en el peor de los casos, altas tasas de mortalidad, especialmente entre los menores.
Otras veces, la hambruna está causada por las sequías de los terrenos adaptados para el cultivo de productos y que, por esa razón, son el principal recurso de supervivencia de miles de familias en las zonas rurales de ciertos países y regiones.
No debemos confundir, sin embargo, la hambruna con las crisis alimentarias crónicas o situaciones similares . En ese sentido, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) establece tres criterios para determinar si estamos ante una circunstancia de este tipo:
África, por las condiciones de algunos de sus países, ha sido el continente más golpeado por la hambruna y las crisis alimentarias de todo el mundo. La última de ellas se registró en Somalia entre 2010 y 2012 y causó la muerte de 260.000 personas. El hambre en África afecta al 21% de su población; más del doble que en cualquier otra región.
La pérdida de vidas humanas es la principal consecuencia de la hambruna en las regiones donde se presenta. Sin embargo, no es la única. Existen otros efectos de orden social, político y económico que vale la pena señalar:
Es importante señalar que una situación de hambruna puede ser catalogada como crisis humanitaria, es decir, aquella circunstancia en la que la seguridad y el bienestar de las personas están en riesgo permanente. Desde ACNUR también se trabaja para dar solución a este tipo de situaciones.