Cada 11 de octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, establecido como una jornada para la reflexión con el objetivo de reconocer los derechos de la población infantil femenina mundial y los problemas extraordinarios a los que se enfrentan.
La ONU proclamó en 2011 el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, con el fin de visibilizar los desafíos que enfrentan en todo el mundo, así como a promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.
Las niñas y adolescentes tienen derecho a una vida segura, educada y saludable, y su fortalecimiento durante esta etapa puede transformar no solo su futuro personal, sino también el de sus comunidades, posicionándolas como líderes y agentes de cambio en diversos ámbitos sociales, económicos y políticos. La igualdad de género y el empoderamiento de niñas y mujeres son condiciones esenciales para alcanzar justicia social, economías equitativas y la protección del planeta para las futuras generaciones.
En este 2025 el tema escogido para la celebración de este día es: "La niña que soy, el cambio que lidero: las niñas en primera línea de las crisis". Destaca el papel activo que están desempeñando las niñas en todo el mundo frente a los grandes desafíos actuales, desde la justicia climática hasta la lucha contra la violencia. A pesar de sus contribuciones, sus voces aún son ignoradas con frecuencia y sus derechos desatendidos.
Desde Naciones Unidas se hace un llamamiento a la acción para apoyar a las niñas y respaldar su liderazgo de varias formas:
Nacer niña conlleva una serie de desventajas en ámbitos como la salud, la educación o la participación política. En los países en conflicto, su situación es más delicada y necesitan una protección especial.
Millones de niñas se convierten en refugiadas cada año a causa de la violencia, la guerra, los conflictos bélicos, la persecución o de la falta de derechos humanos. Ellas están expuestas a numerosas situaciones de riesgo. ACNUR, consciente de su vulnerabilidad, pone el foco en ellas y trabaja para ofrecerles la asistencia, el apoyo y la protección que necesitan. Planifica todas sus operaciones con un enfoque de género y se esfuerza por ofrecerles acceso a formación y capacitación para que puedan construir un futuro mejor para ellas y sus familias. Además, trabaja con la comunidad para generar conciencia de la necesidad de igualdad y participación activa de las mujeres en el funcionamiento de los campos de personas refugiadas y la toma de decisiones.
Las niñas refugiadas, por pertenecer al género femenino y por ser refugiadas, están expuestas muchos riesgos como:
El Día Internacional de la Niña adquiere una dimensión mayor porque también sirve para alertar contra otro problema grave entre las niñas refugiadas: la falta de acceso a la educación. El 90% de ellas abandonan sus estudios y la causa, en muchos casos, tiene que ver con que son obligadas a contraer matrimonio de manera temprana.
Según la UNESCO, si todas las niñas completasen sus estudios de educación primaria, los matrimonios infantiles caerían un 14% en primaria. Si cursasen la secundaria, se reducirían en un 64%. La educación proporciona un lugar seguro a la infancia refugiada, reduce el trabajo y la explotación de la infancia, el número de matrimonios infantiles y los embarazos en la adolescencia.
En el Día Internacional de la Niña recalcamos la importancia de la educación en el desarrollo y el crecimiento de las niñas refugiadas. Además, la educación genera bienestar y prosperidad en su entorno familiar y en el de su comunidad. Su progreso es bueno para ellas y también para su entorno.
ACNUR apoya de manera sostenida diferentes programas educativos acelerados destinados a aquellas niñas refugiadas que, por diferentes motivos, han tenido que suspender su educación básica durante un tiempo prolongado. Y siempre teniendo en cuenta la importancia de la formación tecnológica y el aprendizaje de habilidades que les ayuden a desenvolverse en la vida, con el seguimiento adecuado para evitar la deserción escolar y garantizar que las niñas refugiadas tengan acceso a la educación que se merecen.
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