El marino portugués Pedro da Cintra se convirtió en 1461 en el primer explorador europeo en aventurarse por las costas de África Occidental. A su paso por la actual Sierra...
El marino portugués Pedro da Cintra se convirtió en 1461 en el primer explorador europeo en aventurarse por las costas de África Occidental. A su paso por la actual Sierra Leona, el fuerte oleaje que golpeaba contra las rocas de la costa le recordó al rugido de un león, bautizando de esta forma a un país en el que nunca ha tenido presencia el rey de los felinos en tiempos modernos.
Poco queda de la Sierra Leona que exploró da Cintra en la actualidad, más allá del nombre. Hoy en día es uno de los países más pobres del mundo, a pesar de contar con valiosos recursos naturales, como los diamantes. Además, su precaria economía se ha visto lastrada en tiempos recientes por una larga guerra civil y por una epidemia de ébola.
La desigualdad económica, la falta de infraestructuras básicas y lacras que aún perviven, como el matrimonio infantil, son algunas de las barreras a las que se enfrentan diariamente los más de siete millones de habitantes de Sierra Leona.
Durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, cientos de esclavos africanos escaparon de sus amos estadounidenses y se unieron a las filas del Ejército británico con la promesa de ser liberados tras la contienda. En 1972, 1.200 antiguos esclavos fueron realojados por la Corona británica en la actual Sierra Leona, donde fundaron su capital Freetown.
Desde entonces, la historia de Sierra Leona ha estado marcada por los siguientes hitos:
Tras un largo periodo de negociaciones intermediadas por la ONU, se puso fin al conflicto en 2002 y, ese mismo año, se celebraron elecciones libres. La maltrecha economía fue desarrollándose a ritmo muy lento, pero, en 2014, volvió a sufrir un duro golpe.
Un brote de ébola, el más mortífero registrado nunca, se extendió por la región entre 2014 y 2016. Se cerraron las fronteras entre los países de la zona, haciendo desaparecer el comercio entre ellos y se produjo una crisis económica que contrajo el PIB de Sierra Leona en un 20%.
Medio siglo después de su independencia, los problemas estructurales de Sierra Leona siguen sin encontrar solución. El riesgo de un resurgimiento de la violencia sigue presente y la economía, basada en la agricultura de subsistencia y la extracción de recursos naturales, no es capaz de generar un bienestar básico entre la población.
Las inundaciones de 2017, generadas por unas lluvias inusualmente prolongadas son una advertencia de las terribles consecuencias que el cambio climático podría añadir a los numerosos problemas que afronta Sierra Leona.
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