Ejemplos de solidaridad en el día a día

Cada día mostramos nuestra solidaridad hacia otras personas con gestos sencillos: por ejemplo, cuando dejamos el asiento en el autobús a una persona mayor o cuando escuchamos a un amigo que se siente mal. La solidaridad no implica necesariamente un aspecto económico, sino también pequeñas ayudas que pueden darse en cualquier momento; por eso, queremos mostrarte ejemplos de solidaridad en el día a día de cualquiera de nosotros.

¿Qué es la solidaridad?

La solidaridad implica un comportamiento de una persona hacia otra para ayudarla, protegerla o apoyarla. Es un valor humano que cambia el mundo y hace de él un lugar mejor en el que vivir.

Una persona solidaria comparte lo material y lo emocional con otras personas que lo necesitan, dando lo mejor de sí misma y colaborando para lograr un fin común.

Ejemplos de solidaridad que puedes vivir

La solidaridad es una de las características que nos hace más humanos, y nuestros gestos pueden aportar valor en diferentes momentos. Estos son algunos ejemplos de solidaridad que puede que hayas vivido:

• Ayudar a una amiga o conocida que está siendo víctima de violencia de género. Una mujer que está siendo víctima de violencia de género por parte de su pareja, por ejemplo, necesita ayuda de muchos tipos: para buscar empleo, para denunciar a su pareja o para buscar una nueva casa. Ofrécele tu ayuda para encontrar una organización que la pueda prestar su apoyo..
• Apoyar a un compañero de otro país en el trabajo. Si compartes trabajo con un compañero de otro país, ayúdale a integrarse y habla con él o hazle compañía en la hora de la comida. Haz lo posible para que se sienta integrado.
• Echa una mano a tu vecina anciana con la compra. Puede que tengas una vecina de edad avanzada a la que le cueste cargar con la compra. ¿Qué te parece ofrecerle tu ayuda cuando bajes a comprar?
• Presta tu ayuda a los refugiados. Es importante que pasemos a la acción para ayudar a los millones de personas desplazadas o refugiadas que existen en el mundo. Para ello, puedes colaborar con Acnur haciéndote socio, realizando una aportación o compartiendo el mensaje en redes sociales, por ejemplo.
• Dona la ropa que ya no utilizas. La ropa que no usas puede ser de gran ayuda a personas desfavorecidas. Elige prendas que estén en buen estado y dónalas a organizaciones que se dediquen a entregarlas a las personas que más las necesitan.
• Dona sangre cuando sea necesario. Es un acto muy sencillo y que puede ayudar a las víctimas de un accidente o a hospitales que necesitan sangre de determinados grupos para las intervenciones.
• Haz un voluntariado. Si tienes ocasión, haz un voluntariado en la organización que elijas para colaborar en causas solidarias como ayudar a niños sin hogar, a ancianos que viven solos o a personas enfermas.

Existen multitud de formas de mostrar tu solidaridad y de ayudar a otras personas. Piensa en cómo te sentirías tú y ponte en su lugar.