El pasado mes de octubre se produjo un nuevo récord de llegadas de refugiados a Europa: sólo en ese periodo 218.400 personas, en su mayoría sirios, cruzaron el Mediterráneo, la misma cifra que en todo el año 2014.
Entre este flujo incesante de refugiados es común ver en las costas de Grecia o los caminos de Europa Central a muchas personas vulnerables o con necesidades especiales. Ancianos, niños, bebés, mujeres embarazadas o personas con discapacidad para los que esta travesía supone un esfuerzo físico y emocional adicional.
Uno de los cometidos de ACNUR en los puntos de llegada y tránsito de refugiados es identificar a estas personas y ofrecerles apoyo y ayuda en su camino. En muchos lugares tienen que esperar a que las autoridades les permitan cruzar la frontera o a que los saturados centros de tránsito se liberen. Y la espera se produce a menudo bajo la lluvia y el frío, a la intemperie, sin alimentos o ropa de abrigo. ACNUR trabaja para aliviar esta situación, entregándoles materiales básicos con los que protegerse del clima, así como agua, ropa y alimentos.
Para los refugiados más vulnerables, este camino en busca de un hogar supone un reto aún mayor. Con tu apoyo, ACNUR podrá seguir dándoles la asistencia que necesitan. Si tú también quieres contribuir a dar respuesta a esta emergencia, hazte socio de ACNUR.