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29/10/2018
Actualmente, hay más de 173.000 refugiados saharauis en los cinco campos de Tinduf (Argelia). Estos campos se asentaron en mitad del desierto hace más de 40 años. Allí, los refugiados soportan temperaturas superiores a los 50ºC en verano y tormentas de arena que destruyen sus jaimas y casas de adobe. Los fuertes vientos levantan la arena del suelo, entrando por ojos, nariz y boca y provoca derrumbes de casas o desprendimientos de techos que ponen en peligro la vida de los saharauis. Y el cielo se vuelve amarillo.
Pero hay un chico, a quien llaman El loco del desierto, que ha tenido una genial idea. ¿Quieres conocerle?