Tras dos años de conflicto en distintas zonas de Sudán del Sur, en mayo de 2015 los violentos combates entre los soldados del gobierno y de la oposición llegaron a la zona de Leer y obligaron a decenas de miles de personas a huir a Thonyor, un área cercana. Un mes después, la guerra llegó también allí y obligó a las familias a volver a desplazarse, esta vez a los pantanos y las islas próximas.
La violencia en Sudán del Sur está dejando testimonios de casas quemadas, ganados saqueados y mujeres y niñas brutalmente agredidas. A todo ello, se añade el hambre, ya que estos desplazados han estado sobreviviendo durante meses a base de frutos salvajes y raíces.
En diciembre, la seguridad mejoró y las organizaciones humanitarias, entre ellas ACNUR, pudieron volver a trabajar y distribuir alimentos a las zonas de Leer y Thonyor. “Nadie habla de la crisis en Sudán del Sur, pero estas personas están viviendo en condiciones muy duras y en términos de refugio, alimentos y medicinas tenemos que intervenir rápidamente” asegura Josselyn Midadje, una oficial de protección de ACNUR en terreno.
Los civiles están contentos de que las organizaciones hayan vuelto, pero los retos todavía son enormes en esta región que sigue sufriendo una crisis olvidada. El objetivo de Hambre Cero sigue estando muy lejos. Muchas de las muertes por hambre en el mundo hoy en día son evitables.
En esta galería de fotos te mostramos los testimonios de algunos de los desplazados que sobreviven al hambre y la guerra en Sudán del Sur.
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