#WelcomeRefugees: 6 ciudades que lo ponen en práctica #WelcomeRefugees: 6 ciudades que lo ponen en práctica

#WelcomeRefugees: 6 ciudades que lo ponen en práctica

1 de enero, 2018

Tiempo de lectura: 5 minutos

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La mayoría de los refugiados del mundo no vive en campamentos, sino en ciudades y áreas urbanas de todo el mundo. Cada vez son más las ciudades que les abren sus puertas y aprovechan las oportunidades que traen consigo.

Hoy mostramos 6 experiencias de ciudades de todo el mundo que esconden historias sobre cómo acoger a las personas refugiadas y el impacto que tiene esto en sus vidas.

Erbil en Irak

Erbil, la ciudad más antigua del mundo con las políticas más modernas

Esta ciudad iraquí tiene más de 4.000 años de historia, y en este tiempo se ha convertido en una auténtica tierra de acogida.

Miles de sirios han llegado hasta allí en los últimos años y han encontrado un panorama diferente al de otros lugares del mundo. No se trata de la ayuda humanitaria que reciben, sino de algo mucho más importante a largo plazo: la apertura del mercado laboral.

El gobernador de la ciudad lo tiene claro: “La apertura del mercado laboral ha sido mucho más beneficiosa que cualquier asistencia humanitaria”. Muchos profesionales sirios con títulos convalidados, como el Doctor Issa, continúan su carrera profesional en Erbil, mientras dedican una parte de su tiempo a ayudar a los recién llegados.

Sao Paulo, motor de la integración de refugiados en Brasil

Cuando 200.000 personas llegaron desde Venezuela a Brasil en 2017, los albergues se llenaron y el gobierno federal buscó soluciones para ayudarles. La ciudad más grande del país decidió no solo acoger a refugiados y migrantes, sino también ayudarles a encontrar empleo para conseguir sus propias viviendas y dejar paso a las nuevas llegadas.

González consiguió una cama en un albergue de San Mateo, clases de portugués y trabajo con el programa “Trabajo Nuevo”. Pero tardaba tres horas en llegar hasta su nuevo puesto y sus compañeros buscaron una solución: una vivienda cercana para alquilar. Aunque González no se la podía permitir, empezó a compartir con otro compañero y sus compañeros le ayudaron a amueblarla, donando cada uno algo que les hacía falta: desde una nevera hasta colchones. “Me encontré con una familia en Brasil”.

Altena Alemania integración

Altena, la ciudad alemana con un plan de integración real

Esta pequeña ciudad del oeste de Alemania se ofreció voluntaria para asumir más cuota de refugiados de la que le correspondía. Su alcalde, Andreas Hollstein, sabía que, además de ayudar, su llegada supondría un beneficio para la comunidad.

A través de una red de voluntarios y de una urbanización integrada que aloja a los recién llegados en distintos puntos de la ciudad, Altena transformó su mensaje de “Welcome refugees” en realidad cuando más de 400 personas llegaron hasta allí.

Ahora, ellos aprenden el idioma y buscan empleo y formación para ser parte del tejido social y productivo de la ciudad.

Viena, de las guerras en Europa a la crisis del Mediterráneo

Viena tiene un largo historial de bienvenida a refugiados de guerra: desde la Revolución húngara en 1956, pasando por la Primavera de Praga en 1968 o la guerra de Yugoslavia en los 90, hasta la crisis del Mediterráneo. Los 1,8 millones de habitantes de Viena hoy son, en parte, consecuencia de la migración interna y europea.

El número de refugiados en Viena muestra las políticas de la ciudad, que les recibe con los brazos abiertos y se esfuerza por integrarlos. “En los 70-80 las personas llegaban como Gastarbeiter -trabajadores invitados- y los políticos pensaron que se volverían a sus países, por lo que no era necesario integrarlos. Fue un grave error y Viena aprendió la lección”, dice un Concejal Ejecutivo.

Los programas de la ciudad ofrecen alojamiento, atención médica y acceso a educación. “Todas las necesidades básicas están cubiertas. Solo en el último año, 10.000 personas encontraron plaza en clases de idiomas gratuitas”, dice un Concejal Ejecutivo.

El programa “Tutorías de refugiados para refugiados” pone en contacto a refugiados establecidos en la ciudad con los que acaban de llegar para “conseguir que los refugiados sean socios en condiciones de igualdad, en lugar de beneficiarios”.

Gdansk Polonia

Gdansk, un modelo a seguir para Polonia

No es la primera vez que Gdansk va a la vanguardia de Polonia. La ciudad portuaria que encabezó la lucha del pueblo polaco para librarse del comunismo es ahora la primera en manifestar su solidaridad con migrantes y refugiados.

La ciudad de 460.000 habitantes acoge a 25.000 refugiados y migrantes de territorios de la ex Unión Soviética, como Chechenia y Ucrania; y también de Ruanda y de Siria. El alcalde ha elaborado un “modelo de integración” que ya están adoptando otras ciudades polacas.

El Modelo de Gdansk es un programa integral para facilitar la integración de refugiados y migrantes en todas las esferas: desde la educación y la cultura hasta el trabajo y la salud..

Como parte del programa, los recién llegados reciben clases de polaco para extranjeros en la ciudad vecina de Sopot, en la costa del mar Báltico.

Sopot, al rebufo de Gdansk en multiculturalidad

Tras recibir a varios cientos de migrantes y refugiados, esta ciudad polaca de menor tamaño que Gdansk asegura estar preparada para acoger a más. “El papel que los alcaldes podemos desempeñar con respecto a esta cuestión es fundamental. Nos gustaría invitar a refugiados sirios a permanecer aquí por temporadas para recibir tratamiento médico, pero la última palabra la tienen en la frontera”, dice el alcalde.

Para ambas ciudades los beneficios de la apertura son evidentes: “Para nosotros no es una pérdida sino una ganancia, dado que atraemos nuevos talentos, nuevas aptitudes, nuevos colores y nuevos idiomas: una nueva mentalidad”.

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