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En Sudán del Sur se necesita de todo: refugio, ropa, comida, educación, asistencia sanitaria... Solo hay dos hospitales para atender a una población de 100.000 personas, además de la comunidad de acogida. Los recursos son muy escasos y el impacto del COVID-19 en la población está siendo enorme. Hathaimat Punananda, trabajadora de ACNUR en Sudán del Sur, explica cómo los refugiados le han enseñado a mantener la esperanza y cómo cualquier ayuda es importante para ellos.