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“Podía oír a la gente gritando, pidiendo ayuda”, cuenta Antonio Maphosa, superviviente del peor desastre meteorológico en el hemisferio sur hasta la fecha. Este padre de familia relata en primera persona sus desgarradoras vivencias cuando el 14 de marzo el ciclón tocó la costa de Mozambique dejando a miles de personas sin nada. A día de hoy, la única forma de recibir comida para personas como él es a través de organizaciones humanitarias.